Por: Phillip Butters
Alberto Fujimori hoy está preso en la Diroes por muchos motivos, me queda claro que todo lo bueno que se dice de él, es cierto. Fujimori a sangre y fuego cambió la historia del Perú, derrotó al terrorismo, metió a la cárcel a Abimael Guzmán y por segunda vez a Víctor Polay Campos, quien se había escapado en la época del gobierno de Alan García. Fujimori; le volvió a dar valor a la moneda llamada Sol, porque acabó con la hiperinflación. Fujimori cerró la frontera con Ecuador, reconstituyó los servicios públicos de luz, agua, desagüe y teléfono. También puso carreteras, caminos, agua y esperanza en gran parte del Perú.
El Perú volvió a comer carne con Fujimori, él salvó a nuestro país. Fujimori, además, desapareció a muchos de sus enemigos, especialmente a los que ahora son llamados ‘izquierda caviar’, desaparecieron de la escena política, los sacó de la administración pública, reformuló las aduanas, los registros públicos, Fujimori refundó el Perú y sus méritos son insoslayables, pero así como la moneda de Jano tiene dos caras, Fujimori tuvo también dos caras.
Fujimori usó y abusó de su poder. Él con Montesinos hicieron cosas muy buenas. Sí señores. Montesinos no solamente se dedicó a robar y matar, fue utilitario y extraordinariamente eficiente para manejar el Perú de la mano del acaso partido político más antiguo del Perú que es la Iglesia Católica y también los militares, juntos hicieron muchas cosas buenas, entre las malas como acallar a la prensa, como lo que está sucediendo ahora: una prensa alineada.
Si de justicia se trata, Fujimori está donde está por un acto de justicia. Está donde está por traidor. Fujimori huyó y dejó a todo su Estado Mayor del Ejército y de la política abandonados en el Perú. Abandonó a sus hijos Keiko, Kenji, Sachi y Hiro Alberto, a su madre y a sus hermanos. A todos ellos los pudieron haber abusados y metidos presos.
Estando en Japón se casó misteriosamente con una señora Satomi Kataoka, que nunca más se supo de donde venía la plata que tenía o si era o no la cajera de Fujimori, se cambió el nombre quiso ser Kenji Nomoto. En determinado momento quiso ser diputado de Japón para tener inmunidad diplomática y jurarle fidelidad a la bandera del Sol Naciente. Fujimori, es cierto, renunció por fax, con una inmensa indignidad de renunciar a la máxima magistratura del Perú, al honor de ser el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, victoriosas ante el Ecuador, el MRTA y por supuesto a las malditas hordas de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso.
Fujimori se va mal a Japón, regresa pésimo a Chile y la Bachelet y los caviares chilenos lo entregan a los caviares peruanos que tuvieron todo el tiempo del mundo, primero con Paniagua y después con Toledo para armar su venganza. Con la autoría mediata metes preso a quien te dé la gana y el dominio del hecho era dominio para Fujimori pero dominio para sus carceleros. Estando en la cárcel sigue cometiendo indignidades. Sigue haciendo política, pacta con Alan García, tiene una cárcel dorada, recibe decenas de personas al día, intenta poner a su enfermera y amiga en la lista número 5 como candidata al Congreso, después tiene una amiga misteriosa que le mete un celular a la cárcel, después su hija se casa ahí. Luego sigue haciendo política hasta que traiciona a su hija Keiko con su hijo Kenji socava su poder y le dan un indulto bamba. PPK que es un corrupto y ladrón, de la mano de Fujimori cocinó a Keiko y ahí está la razón por la cual ella está presa.
Fujimori pacta la impunidad de PPK en una primera vacancia a cambio de los votos echados de Kenji y sus Avengers, todo eso fue un enjuague asqueroso que denuncié en PBO oficial en su momento y lo he vuelto hacer en Combutters por Willax y hoy lo reitero en mis líneas de LA RAZÓN. Fujimori está donde está porque tiene dos caras en una misma moneda: el fabuloso presidente que pacificó y rehízo al Perú, y el chino de la yuca.
Para desgracia de Fujimori en el Perú, la historia lo escriben los vencidos, y la historia de Fujimori se la están escribiendo PPK, Toledo, Ollanta Humala, Nadine y Villarán, porque la única forma de que él no muera en la cárcel es haciendo una ley con nombre y apellido que le permita ir a purgar su condena, no como indultado, sino como un viejito de ochenta años, la misma edad que PPK, a su casa lujosísima en algún lugar de Camacho. Hoy Fujimori va a tener que volver a pactar con PPK y Villarán, para que si PPK va preso se vaya a Choquehuanca y si es que Villarán cae, su archienemiga, también purgue su condena en su casa, esa es la ley la que se cocina en el Congreso, una nueva pendejada del chino, una nueva pendejada del mejor presidente de la historia del Perú.
Ahora se dice que se está siendo cruel con un anciano como Fujimori. Fujimori fue cruel con su propia madre, porque la señora fue rehén, junto con su hermana y su hermano en la embajada de Japón, él no les contestó el teléfono, ni a ellos ni a Samuel Matsuda, su gran amigo. Fujimori fue cruel con el padre de Alan García a quien no dejó que su hijo lo acompañe en su lecho de muerte, ni que esté con él en su entierro, y por último, Fujimori también fue cruel con la madre de sus hijos Susana Higuchi y la dejó en manos de Vladimiro Montesinos
