La festividad del Señor de los Milagros es una de las celebraciones religiosas más importantes para los peruanos. Durante este día, la imagen del Cristo Moreno recorre las principales calles de Lima siendo venerada por miles de fieles quienes siguen su recorrido.
Sin embargo, la coyuntura actual no permite que dicho recorrido se realice como es de costumbre, obligando al católico adaptarse a una nueva forma de expresar su fe.
La imagen del, también, llamado Cristo de Pachacamilla se encuentra ubicada en el Altar Mayor del Santuario de las Nazarenas en Lima y su historia se remonta hacia la época Colonial.
Corría el año 1651 y un esclavo angoleño, de nombre Pedro Falcón, uso una de las paredes de un viejo galpón en Pachacamilla para plasmar la imagen de Cristo crucificado.
Falcón pintó la imagen de Jesucristo en una pared tosca, muy cerca de una acequia de regadío y con un acabado imperfecto. Muchos no le dieron valor a la pintura, pero, poco a poco, la imagen recibió la visita de muchos fieles, quienes lo bautizaron como el »Cristo moreno», debido a las raíces culturales de quien fue autor de la obra.
El 13 de noviembre de 1655, un terrible terremoto azotó Lima ocasionando el derrumbe de templos, mansiones y viviendas, en cuyos restos se encontraron miles de muertos, además de los damnificados. En Pachacamilla, las paredes se derrumbaron menos la que se encontraba con la imagen de Cristo crucificado.
Este hecho fue calificado de un auténtico milagro y pese a que luego de ese terremoto ocurrieron más réplicas, la imagen del Señor de los Milagros se mantuvo en pie, motivando la llegada de más devotos hacia Pachacamilla.
Por ello, octubre es, por tradición, un mes de recogimiento para el pueblo católico peruano.