Cada 24 de junio se celebra en el Perú el Día del Campesino. Esta fecha tiene como fin de rendir homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que se sacrifican cumpliendo con su arduo trabajo, el cual forja el carácter de nuestro país.
En las regiones de la costa, sierra y selva del Perú, millones de agricultores celebran este día realizando fiestas típicas en agradecimiento a la Madre Tierra, junto a sendos homenajes a los hombres del campo.
La celebración tiene origen en el “Día del Indio” decretado por el ex presidente Augusto B. Leguía para resaltar la importancia del hombre del ande. Ya en el gobierno de Velasco -y tras la promulgación de la Reforma Agraria este nombre fue cambiado por el actual.
Además, esta festividad coincide con la del Inti Raymi, fecha en que los Incas rendían culto al Sol y la fertilidad de la tierra. La cual se mantiene vigente en la tradición andina; especialmente en la ciudad del Cusco.
Celebrar al campesino es valorar su ejercicio en un país agrícola por naturaleza y con una de las mayores biodiversidades del mundo. Lo cual significa un gran reto y responsabilidad para este sector de la población; el cual merece ser respetado y aplaudido.