Un gol de Vardy en el tramo final del choque fue el mejor regalo que podían esperar el Liverpool de Klopp.
En la previa del partido, el técnico del Leicester conformó su ataque con Maddison, Barnes y Jamie Vardy. Además, Brendan Rodgers formó el mediocampo con Ndidi, Tielemans y Albrighton. En cambio, el técnico del Manchester United decidió atacar con Bruno Fernandes, Rashford y Martial.
En la primera parte, comenzó con buen pie para el conjunto de los diablos rojos. Rashford estrenó el marcador aprovechando un roce de la pelota para quedarse solo frente a Schmeichel y batirle a placer. Sin embargo, el Leicester en el minuto 31 logró el empate gracias al gol de Barnes, concluyendo el primer periodo con un 1-1 en el luminoso. Los locales dominaron pero les faltó dar con el mejor Vardy, ausente durante casi todo el encuentro.
En la segunda parte, el conjunto de Brendan Rodgers buscó más el control del esférico, pero con internadas veloces capitaneadas por Barnes y Vardy. Sin embargo, la entrada de Cavani revolucionó el ataque del conjunto del Manchester United. El uruguayo filtró un pase maravilloso para Bruno Fernandes, que batió con muchísima elegancia al portero de los foxes.
Por último, el Manchester parecía que ya rozaban el segundo puesto y se posicionaban a dos de Liverpool… pero Jamie Vardy tenía un plan diferente. El atacante inglés leyó a la perfección el movimiento de la defensa ‘devil’, dando un paso hacia atrás para recibir el pase de Ayoze, rematando posteriormente a placer entre los tres palos. Al final, el Leicester mantiene la segunda plaza y sigue vivo en la carrera por el liderato.