El ejercicio de la abogacía es un servicio esencial que, ha tenido que estar a la altura de las difíciles circunstancias durante estos meses y que va a tener que seguir estándolo durante bastantes meses más, y perdurar en esta nueva realidad.
Los servicios esenciales profesionales, no están ligados a la palabra “mercado” sino a la realidad actual de la sociedad y a la defensa irrestricta de los intereses ajenos, por lo que debe ejercerse bajo unos principios deontológicos innegociables que, no pueden ser objeto de mercadeo.
La sociedad mundial, sin excepción, de un día para otro, viene padeciendo de forma abrupta, las consecuencias de la pandemia, lo que ha y viene incidiendo directamente en la economía, por ende se han incrementado los problemas sociales, así como los conflictos judiciales.
Antes de la pandemia la administración pública y la administración judicial ya estaba colapsada, no podemos olvidar que nos quejábamos a diario de la inercia de los Jueces y Fiscales, el retraso en los casos judiciales, pues ahora esto es peor, ya no solo persiste esa problemática, adicionado a que muchos de los funcionarios judiciales no están acudiendo a sus labores bajo el precepto de ser vulnerables y no hay atención en los módulos de justicia, esto ha generado mayor inercia en la solución de los conflictos.
En ese sentido, ahora el nivel del abogado tiene que tener otra conceptualidad acorde a la realidad y buscar el mejor servicio que conlleve a una rápida solución de los conflictos, orientando a sus patrocinados a una solución rápida, eficaz y razonable.
Siendo así y ante la indolencia de las leyes, Civiles, Penales, Administrativas, Tributarias, Laborales, Municipales, Ambientales y todas en general, que se ha creado y diseñado para ensañarse contra el empresario o el emprendedor, todos sabemos que no es fácil hacer empresa en el Perú y hacerla significa un tremendo dolor de cabeza, porque todas nuestras normas están dirigidas a sancionar al empresario, no existe una norma que lo premie.
De allí que, este comentario está dirigido a la altura y el nivel del papel importante que es la asesoría legal del abogado, que, ante esta nueva realidad, ya no es solamente el que afronta los juicios o el que los genera, sino es el profesional que los previene y los evita, de allí es que, resulta vital la experiencia y los amplios conocimientos del profesional legal, para avizorar y prevenir contingencias judiciales, sin dejar de lado estar preparado para una batalla legal.
Por eso consideramos, que el abogado ya no solamente es un asesor legal sino que se convierte para del mecanismo empresarial, la herramienta que le permita a la empresa desarrollarse con tranquilidad y seguridad, ese tiene que ser el nivel del abogado 2021 para adelante.
Nuestro staff de abogados siempre a la vanguardia de nuestra legislación, garantiza los derechos y el éxito en los procesos de nuestros patrocinados y a nuestros lectores de LA RAZON atendemos previa cita al 4713246, correo electrónico HYPERLINK «mailto:[email protected]» [email protected], página web www.gagoabogados.com
(*) Abogado penalista
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