Seguramente ha causado indignación y cólera, enterarnos que en Palacio de Gobierno, en diciembre del año pasado, se han gastado 34 mil soles en Cupcackes, que es la forma pituca de decir quequitos.
Evidentemente el Gobierno de Sagasti hace la del gran bonetón, dice que fue el Gobierno del inefable Martín Vizcarra, se tira la pelota, pero lo que queda es la sensación que se gastan la plata en estupidez y media. Por supuesto, eso es lo chiquito y seguramente es intrascendente. Recordemos que parte de la gran campaña de desprestigio que se hizo contra el Congreso en la época de Vizcarra fue que se gastaban el dinero en frigobares, flores y laptops, que a la hora de la hora no solo fue falso, sino que era insignificante para el presupuesto de todo el Congreso que no es más que el 1.6% de todo el PBI.
Pero el Ejecutivo, donde hoy mandan los morados, no solo pueden gastar en quequitos de ese color, sino que también gastan en asesorías, consultorías y publicidades, de una manera grosera.
Recordemos que la Ministra “Tony” Alva gastaba el año pasado, gastaba cerca de 500 mil soles diarios en asesorías y consultorías de personas naturales, empresas y ONGs, y ese ritmo seguro que se mantiene en este Gobierno.
Pero eso es prácticamente migajas, comparado al gasto sideral que se le ocurrió a Ollanta Humala, a Nadine Heredia y a alguno que otro sabio, en rehacer prácticamente la refinería de Talara, en un país donde prácticamente no tenemos petróleo. Estamos hablando de ¡U$ 6,500 Millones!, que probablemente terminen siendo 7,500, para algo que se tenía que simplemente refaccionar con ¡U$ 1,400 Millones! a todo meter y nos hubiéramos ahorrado una friolera de plata sideral. Hagan su resta.
Pero ahora resulta que Petroperú emitirá bonos, es decir deuda, por ¡U$ mil Millones! para terminar la mala dada refinería, porque evidentemente no da el dinero que tiene esta empresa del Estado para ese “Elefante blanco” y gracias al Ministro Castilla, a “Alonsito” Segura y evidentemente de su patrona Nadine Heredia.
Y por supuesto La República y toda la izquierda no dicen nada. Pero, señores, recordemos que Toledo y su “caviarada” también se les ocurrió iniciar esta imbécil aventura de la interoceánica, que es una carretera que nos va a terminar costando ¡U$ 7,000 Millones! y que ha generado uno de los mayores desastres de la corrupción como el caso “Lava Jato” y dicho sea de paso, solamente logra hacer transitar un carro cada 45 minutos, porque nuestro intercambio comercial con Brasil es prácticamente nulo por tierra.
Esto es una desgracia para el Perú. Y claro, es por todas estas estupideces que no tenemos colegios adecuados, pese a que Martín Vizcarra prometió hacer sabe Dios cuántos, también prometió hospitales, pero la situación actual es que los colegios mayores, que son obras de Alan García, prácticamente serán anulados porque no hay presupuesto.
Y no tenemos hospitales ni postas médicas, no tenemos nada. Este Gobierno mentiroso no pudo haber comprado ni plantas transformadoras de oxígeno.
Resulta que la señora Mazzetti miente cuando habla que ha puesto una en Ica que no funciona.
Otro papelón más del señor Sagasti que está en la estratósfera, y seguimos con la desgracia de que nos faltan camas UCI, cuando se tiene presupuesto suficiente para haber importado hasta 7 mil unidades, habiendo capacitado personal para tener estos aparatos que hoy salvarían miles de vidas.
Todo está colapsado. En el sector salud hay huelga de la Federación Médica y del sindicato de Salud, y la Molinelli bien gracias, blindada por toda la prensa.
A esta desgracia se suma la publicidad del Estado, que ha envenenado a todos los medios privados y no permiten denunciar estas locuras.
Yo les sugiero leer el portal El Foco, para que tengan detalles de la emisión de bonos, absolutamente imbécil, para con la refinería de Talara, y enterarse en PBO y en Combutters, por Willax, de todas las barbaridades que se hacen en pos del oxígeno en el Perú.
La campaña de desinformación es increíble, pero claro, hay platita para entregar condecoraciones, coctelitos y cafecitos, y cómo no, para cupcackes, para festejar seguramente la muerte de tanto hombre inocente que confió en estos malditos comunistas que hoy nos gobiernan.
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