Hoy día comienza la vacunación desde temprano, seguramente en el hospital Loayza -alma mater de mi mamá enfermera- Se comenzará a inmunizar al personal médico de primera línea, y en buena hora.
Seguramente serán también en el hospital Dos de Mayo, Almenara y así. Se calcula que para este viernes ya se habrá terminado de vacunar a los primeros 145 mil médicos y enfermeras y de ahí en más hay que sentarnos a esperar a que se cumpla el supuesto programa de entrega de la gente de Sinopharm.
En el interín, además de todo el show mediático con el apoyo de los medios evidentemente desesperados por la publicidad estatal, nos olvidamos de algo esencial: ¡La gente se sigue muriendo!
La situación es absolutamente dramática en todos los hospitales de Lima y Callao, por supuesto Huánuco y Huancayo están desolados, en Arequipa, Cusco, Puno, Piura, Chiclayo, la situación es totalmente desquiciada en los hospitales del Minsa y la falta de plantas de oxígeno es alarmante.
¿Y qué hay que hacer? Es sumamente sencillo: comprarlas. Hay stock en todo el mundo y con una inversión mínima de 250 mil dólares se trae una planta mediana, y una grande cuesta U$ 500 mil.
Solo es cuestión de comprar, de girar el cheque y estas plantas están en Lima y para repartir a todo el Perú en menos de 10 días. En el interín, la gente se está muriendo ante la incapacidad del señor Sagasti, de las señoras Molinelli y Mazzetti, por supuesto de la Premier Bermúdez, que seguramente estará hoy siendo parte de todas las microondas en ATV, en RPP y en todos los medios afines al gobierno, pero la necesidad es inmensa.
¡Señor Sagasti, reaccione! Las plantas de oxígeno se compran de una manera sencillísima, los proveedores son todos conocidos, es más, me dicen que la gente de la universidad Católica quiere dar como 18 plantas que no cuestan más de S/ 600 mil y tienen un stock para ser entregado de inmediato.
Si eso fuera el caso, habría que verificar el caso, girar los cheques y comprarlo. La gente de Motores Diesel Andinos, en una semana y media hicieron seis plantas, no veo por qué no pueden hacer más.
La situación del oxígeno es absolutamente esencial. ¿A alguien se le puede ocurrir que exista una panadería sin harina? Por supuesto no quiero ser prosaico ni sarcástico, porque son seres humanos de quienes estamos hablando. Pero parece que eso se le ha olvidado al Gobierno, que está pensando en cómo hacer para recuperar la “credibilidad” perdida.
El señor Sagasti se pone a pensar en las encuestas. Evidentemente es un vanidoso. Está feliz de ser el centro de atención, como la señora Mazzetti, que presumo sublima algunos inconvenientes íntimos y personales y cree que lo que está haciendo está bien, cuando es un desastre pandémico lo que estamos viviendo.
No hay solución para los galenos, la Federación Médica ya no sabe qué hacer. Godofredo Talavera está a la deriva y por supuesto a la gente del Colegio Médico no le queda otra que aceptar las migajas que son estas pequeñas cantidades de vacunas que van a llegar, y esperando que lleguen las 700 mil demás dosis, que alcanzarán, obviamente, para 330 mil personas que tienen que seguir combatiendo con una pandemia que es feroz y que no la para nadie.
Así que, señor Sagasti, de verdad a ponerse las pilas. Como usted mismo dijo, que no le tiemble la mano. Entonces el señor Waldo Mendoza, ministro de Economía, que creía que no había segunda ola, que se dé cuenta que estamos ante una situación inminente, que nos va a pasar por encima esta ola y seguramente vendrá la tercera, y que es imprescindible comprar ya las plantas de oxígeno.
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