Con todo esto de la pandemia, las vacunas y la cuarentena, el tremendo fraude electoral impulsado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para favorecer al candidato al Congreso, Martín Vizcarra, está pasando piola. La denuncia hecha por Ricardo Uceda manifestando que el organismo presidido por el magistrado Jorge Luis Salas Arenas, habría festinado trámites para volver a poner en carrera al ex presidente, es no solo escandalosa, sino hasta delincuencial.
¿Qué sucedió? En pocas palabras, Vizcarra no declaró en su momento el haber sido accionista del 30% de la empresa Agrotécnica Estuquiña S. A. , pese a que las normas electorales exigen que se declare este tipo de propiedades. Esto le habría costado al ex mandatario su exclusión de la contienda electoral por la evidente falta contra las reglas de juego.
De hecho, tres de los cuatro magistrados ya se encuentra pronunciado contra la candidatura de Vizcarra. De pronto, por esas cosas del “destino”, a la medianoche del último miércoles el JNE resuelve no acatar el fallo del Jurado Electoral Especial (que había tachado a Vizcarra) y le da luz verde a una candidatura que de por sí se caía sola . Este sorpresivo e inusitado “cambio” se debería un plan montado con fineza de joyero, festinando trámites y corrigiendo otros fallos que se interponían en los planos del candidato por Somos Perú.
El presidente del JNE, Jorge Salas Arenas, debe de explicar al país qué pasó con este supuesto fraude electoral que abre las puertas a Vizcarra para que pueda postular libre de polvo y paja. Su no exclusión, al amparo de esta oscura maniobra, es de las más escandalosas de los últimos años y merece una explicación al país.
Ocultar información financiera para postular a un cargo público es una falta que culmina con la exclusión del candidato, más aún cuando la tacha contaba con todas las pruebas exigidas para proceder de inmediato. Ni la pandemia ni la crisis económica debe de ocultar esta lamentable decisión del JNE, cuyos miembros deben ser citados de inmediato por el Congreso de la República y exigirles una explicación. Otros candidatos con problemas similares como el de Vizcarra fueron excluidos de la contienda electoral, haciéndose aún más visible este vergonzoso fallo.
Salas Arenas tiene mucho que explicar, si tenemos en cuenta que es hermano de Héctor Salas Arenas, uno de los favorecidos por Vizcarra en el Gobierno Regional de Moquegua para que su proceso prescribiera. ¿Favores que pagar? ¿Deudas que no se pueden olvidar? El presidente del JNE tiene mucho que explicar. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.