El gol de Chiesa en el tramo final minimizó la derrota de una gris Juventus. Encima, Cristiano no brilló en su vuelta a Portugal y su amigo Pepe la ganó el duelo
En la previa del partido, el técnico de la Juventus conformó su ataque con Chiesa, Kulusevski (Ramsey, 77′) y Cristiano Ronaldo. Además, Pirlo formó su mediocampo con Rabiot, Bentancur y McKennie. En cambio, el entrenador del Porto decidió atacar con Marega (Grujic, 66′) y Taremi.
En la primera parte, la Juventus entró nerviosa al partido y pronto tuvo que remar a contracorriente por un error garrafal de Bentancur. Su pase hacia Szczseny, sin mirar, quedó muy corta y Taremi se adelantó en el área chica para anotar el 1-0. Después, los ‘dragones’ cerraron espacios sin ceder terreno. Por consiguiente, Cristiano retrasó su posición al filo del receso para buscar empatar el partido.
En la segunda parte, Manafa se fue de todo aquel que se cruzó en su camino y asistió en boca de gol a Marega. Urgía reaccionar y Pirlo echó mano de Álvaro Morata, pero la imagen ‘bianconera’ siguió igual de gris. Por ello, la Juventus llegó como consecuencia de un disparo lejano de Bentancur que se le fue alto por poco.
Por último, Federico Chiesa mandó a gol un derechazo para recortar distancias. En los minutos finales, Cristiano pidió un penalti por un choque con Zaidu. Sin embargo, el árbitro negó la pena máxima que habría cambiado por completo la fea de la Juve. Todo se decidirá en Turín. Lo mejor para los italianos fue el resultado.