La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso aprobó por unanimidad las denuncias contra Martín Vizcarra, Pilar Mazzetti y Elizabeth Astete, por el caso “Vacunagate”, que evidentemente es el caso de corrupción más escandaloso de las últimas tres semanas.
Lo que pasaría con estos tres funcionarios de alto rango, que son “aforados”, es que para meterlos presos se les tendría que hacer una acusación constitucional, e inclusive sí podrían ser susceptibles a recibir una prisión preliminar, para hacer las investigaciones.
Eso correría por una cuerda separada a lo que se está jugando ahora en el Congreso, que es la inhabilitación para el cargo público, y se supone que pedirán 10 años para esa sanción.
Por si acaso acá hay un precedente que se dio en la época de Alberto Fujimori, cuando renunció por fax. Recordarán que prácticamente, como les gusta llamar a los “caviares”, fue un aniquilamiento “Express” y ahí vaya que lo aplaudieron.
No sé cuál va a ser la actitud de sus defensores del Partido Morado y de otros partidos, cuando queda claro que de acá en diez días, a lo más, esto pasará al pleno y ahí lo van a votar, y probablemente también sea una votación en contra de este miserable.
Ahora, una vez que el pleno le informa a Vizcarra, le da 15 días para que vaya a hacer sus descargos y después se vuelve a votar la dichosa inhabilitación para cargos públicos. Lo mismo tendría que pasar con la Mazzetti y con la Astete.
Claro que ninguna de ellas dos pretende ser congresista y terminar conservando sus libertades y sus privilegios en base a una inmunidad parlamentaria, cosa que está buscando este mitómano de Vizcarra.
La pregunta cae de madura. ¿Será el fin de la era Vizcarra? Yo, la verdad, lo dudo. Ese tipo ha demostrado tener una habilidad inigualable, para la destrucción y para la concatenación de hechos nauseabundos.
En el caso que se diera su inhabilitación, no valdría de nada votar por él, porque no podría ejercer el cargo público y simplemente sería un voto perdido.
Por supuesto que se va a victimizar y van a ver todas las artimañas que es capaz de realizar. Recordemos que hay una lista de 600 presuntos notables que nadie sabe quiénes son, y ahí puede haber congresistas y sus esposas, amantes de congresistas, amigos de congresistas, y por supuesto muchos líderes de opinión, dueños de medios de comunicación, gente muy influyente del aparato público nacional, y quién sabe internacional. Vamos a ver quién los sale a defender.
En ese contexto, va a ser claro la presión que va a ejercer Vizcarra sobre todos los que han sido sus adláteres. Recordemos que él ha tenido en el bolsillo a Frecuencia Latina, América Televisión, Canal N, Grupo RPP, Grupo La República, Grupo ATV, y hasta en el canal 7 hay gente que le debe mucho.
Entonces no hay que cantar victoria, aunque sería el principio del fin de este desgraciado, si es que no puede llegar al Congreso y se queda en la calle, no como un peatón, ciertamente, sino a espera de lo que pueda pasar con sus casos de Chinchero, Obrainsa, ICCGSA, e INCOT. En los últimos tres hay evidentes coimas concatenadas con accionares delictuales de José Manuel Hernández, que ya es un colaborador eficaz, y por supuesto en el caso de Chinchero mucho tendrá que hablar la Molinelli en su momento, y hasta Kuczynski le debe conocer, y mucho.
Vamos a ver a qué se atrevería PPK y la Meche Aráoz una vez que lo vean a él sin la potencia que le daría ser congresista de la República.
Como decía mi abuelita, “el que mal anda, mal acaba” y pocas veces en la historia un tipo tan nocivo, malo, cruel y manipulador como Martín Vizcarra, está en compás de espera su marcha fúnebre.
Pero reitero, este tipo es capaz de hacer cualquier cosa. El más desgraciado de los reptiles tiene más escrúpulos que Martín Vizcarra.
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