La situación del aparato del Estado es calamitosa en todos los sentidos. El Poder Ejecutivo está pésimamente mal manejado por Francisco Sagasti, que se dedica todo el día a comer Cupcackes y hacer de las suyas en los inodoros de Palacio de Gobierno gastándose S/ 26 mil mensuales en papel higiénico.
Pero claro, si esa parte es la anecdótica, la parte que es triste y vacía es la desgracia que está pasando en el Ministerio Público con Zoraida Ávalos, Sandra Castro y la señorita Rocío Sánchez, para no hablar del fiscal Pablo Sánchez.
La situación en el Poder Judicial no deja de ser preocupante, donde la señora Elvia Barrios, acaso por la vinculación directa de su hermana Rocío con Martín Vizcarra, poco o nada ha dicho en estos últimos días con todo el descalabro en las intervenciones en Poderes ajenos al Ejecutivo, que tuvo Vizcarra en su momento.
Pero ahí la cosa, vamos a decir que es más o menos entendible por la desgracia de la pandemia. Es decir, la gente está más preocupara por su sobrevivencia y la manutención del cuerpo, vida y la salud, que por otras cosas. Lo que está pasando por desapercibido es el pésimo desempeño de los Jurados Electorales Especiales y hasta el Jurado Nacional de Elecciones.
En una contienda electoral lo mínimo que uno puede pedir es imparcialidad y criterio. La exclusión del candidato de Renovación Popular, Rafael López Aliaga, es una estupidez del tamaño del Estadio Nacional, porque si al señor le preguntan si de ser Presidente seguirá haciendo acciones de caridad, que ha hecho toda su vida, porque la verdad sea dicha, es un magnate que regala muchísimo dinero durante muchísimos años a obras benéficas de toda índole, no solamente colegios, auspicios, hospitales, universidades, sino también a entidades conocidas como Cáritas, la propia Iglesia Católica, Arzobispados de Lima y Cusco.
Cuando le preguntaron si él continuaría regalando su sueldo dijo que no tendría inconvenientes en darle a alguna institución pública, y por eso lo van a sacar, porque ni siquiera hizo una dádiva.
Solamente le preguntaron si continuaría haciendo esa obra de bien y él contestó que “sí”. Una barbaridad si es que lo sacan.
Aunque claro, de un hombre como Salas Arenas, ultraizquierdista y comunista, cualquier cosa se puede esperar.
Y como la verdad también es que está creciendo la “Ola celeste”, probablemente los rojos y comunistas lo quieran largar porque él es el símbolo de los provincianos emergentes que se han hecho millonarios en base a su esfuerzo.
Otro fraude a la vista es el cuento de las vacunas del señor Carbone. No está la lista 600, la 195, la 237 ni la 1300. No nos han dicho quiénes son los vacunados VIP, ni del Minsa ni de la embajada China, porque seguramente el Embajador Wagner les ha dicho de que si nos peleamos con los chinos por cualquier irregularidad que hayan cometido juntos con Vizcarra, simplemente no nos venderán el próximo lote de vacunas, de dos millones de dosis, y si no cerramos ese contrato con los chinos de Sinopharm, que son los mismos de la embajada china, y son los mismos de Xi Jinping, porque el Estado comunista chino es dueño de esa fábrica, nos quedamos sin vacunas hasta setiembre. Esa es nuestra triste realidad.
Todo indica que el Poder Ejecutivo terminará tapando la cochinada que hizo Vizcarra, con tal de tener el bálsamo de una llegada de vacunas, porque dicho sea de paso, no hay otras. Para colmo estamos vacunando al ritmo de 12 mil personas al día. Es decir, no hace nada bien el Ejecutivo. Lo único que hace es hacernos perder el tiempo escuchando su conferencia de prensa y por supuesto comen Cupcackes y llenan todos los waters de Palacio. Eso sí lo saben hacer bien.
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