La desgracia de la pandemia, la inmensa cantidad de muertos que estamos sufriendo los peruanos, la desgracia del oxígeno, de las camas UCI, el Vacunagate, todo el drama de la efectividad de la vacuna Sinopharm, sumado esto a la crisis económica evidente, a la de seguridad que es destructiva, hace que desviemos nuestra atención y nos estemos olvidando del caso “Lava Jato”, en donde Odebrecht nos sigue robando todos los días en Vías Nuevas de Lima, en Chavimochic, en Olmos, todos sus ejecutivos deben estar en Brasil, matándose de risa, Barata el primero de la línea.
Por supuesto, nos hemos olvidado del “Club de la construcción”, donde hay más de 18 empresas comprometidas, y todas ellas con sus funcionarios libres de polvo y paja, y siguen trabajando, contratando con el Estado con los mismos o con diferentes nombres.
También nos hemos olvidado de que el juez Juárez Atoche tiene en sus manos la carpeta fiscal de la coima de Vizcarra con Obrainsa, donde los hermanos Tejeda Moscoso le dieron plata en la mano, en presencia de su amigo o examigo José Manuel Hernández, donde la empresa ICCGSA, del delincuente Castillo Dibós, que estuvo en la cárcel y hoy está libre, también lo coimeó por obras en el hospital de Moquegua.
Ahora se suma a este rosario de coimas, la empresa INCOT, que mediante su gerente Iturrizaga autorizaron una serie de pagos que sumaban 1.3 millones de soles, utilizando un proveedor fantasma, la empresa MZARQ EIRL, mediante la cual falseaban órdenes de servicio.
Evidentemente esta empresa convertía esas facturas falsas en efectivo, lo cual fue entregado en las manos de Martín Vizcarra. Es decir, ya van tres y solamente en la época donde este “Coimero serial” se dedicaba a ser Presidente de la región Moquegua.
Posteriormente, como recordará usted, amigo lector de LA RAZÓN, fue ministro de Transportes y Comunicaciones de PPK, y ahí es que cobró sus saldos a Obrainsa e ICCGSA.
Estamos hablando entonces de una persona dada a la coima como un modo de vida. Cosa que seguramente sabía PPK y que suponía que lo podía tener controlado a este sinvergüenza. El tiempo hizo que este señor lo traicione y se haga Presidente del Perú.
Y bueno, ya sabemos la historia reciente. Hay sido vacado por estos casos, ahora pretende la impunidad mediante una candidatura al Congreso por Somos Perú, en donde le ha renunciado a Zurek, que es el Secretario General del partido, y en fin casi todos los Andrade.
Pero claro, Patricia Li sigue aferrada a que este miserable le permita tener votos a Salaverry, otro tipo de dudoso proceder en la vida. Que nadie sabe de qué vive o cómo vive, o cómo financia su campaña.
Y bueno, Martín Vizcarra sigue fabulosamente bien y tranquilo porque nadie lo toca. Entonces la Fiscal de la Nación mira cómo Juárez Atoche sigue mirando, y así sucesivamente, no le dan detención preliminar por estos delitos que son previos a su ejecutoria como Presidente de la República, tampoco piden su detención preliminar por el caso de Vacunagate, y el tipo sigue feliz y contento, con una cara de palo único diciendo que es perseguido político.
Entonces no me queda más que recordarle a la opinión pública y a los votantes, qué es lo que harían si consagran a Vizcarra en una curul congresal, al margen de lo que digan las encuestas, periodistas u opinólogos, podrían leer los informes en LA RAZÓN, La República, Gestión, donde ustedes quieran, y todos nos hablan de un sinvergüenza, de un coimero.
Hoy por hoy no hay periodista que no lo sepa y que no lo comunique. La pregunta es ¿Usted, señor votante, está dispuesto a consagrar la impunidad de uno de los mayores corruptos de la historia del Perú, que es Martín Vizcarra?
Piénselo bien, ya sabe lo que tiene que hacer con su voto.
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