La noticia ya dio la vuelta al mundo para el día de hoy. Desde Emiratos Árabes Unidos informan que algunas personas que se han vacunado ya con dos dosis de la vacuna Sinopharm, se les va a tener que aplicar la tercera toma.
La razón es sencilla: No es del todo efectiva, especialmente a la gente mayor de 60 años. La situación es evidentemente preocupante, porque al margen de que le quite o le dé la razón al Gobierno, lo mismo con Beto Ortiz, al doctor Bustamente o a Willax, porque eso son discusiones pueriles.
Estamos ante un problema serio de salud pública, así como de presupuesto público, por una sencilla razón, que si nosotros recién sabremos los resultados del estudio de Sinopharm de acá a ocho semanas, el Embajador Allan Wagner está prácticamente presionado por el Gobierno que ha prometido cinco millones de vacunados antes de 28 de julio.
Recordemos que primero dijeron que eran 15, después 10. Sea como fuere, si estamos ante una situación de esta naturaleza, en condiciones normales tendría que traerse 10 millones de dosis, más dos millones de este mes, contrato que no se ha firmado, y cuando menos 9 millones en los meses subsiguientes, que tampoco han sido firmados.
Pero la cosa se complica si no sabemos cuánta gente necesitará tercera vacuna. Entonces ahí estamos hablando de que vamos a comprar la sanación más cara del mundo, porque los números son contundentes si comparamos el precio de la Sinopharm con la de los demás.
Para darle un ejemplo, en información distribuida a nivel mundial por Dolche Welle (DW), que es el canal alemán más importante que existe, el ranking de precios en dólares va así:
AztraZeneca/Oxford, 13.3 la dosis. Sputnik V, 10. Pfizer- Biontech, 20. La Jhonson & Jhonson, 10. Sinovac, la que administran en Chile, 10. Moderna, 15, y la que estamos comprando nosotros, que debe ser la más cara del mundo, 18.6 la dosis.
Esta es información internacional, porque como sabemos, el contrato que firmó este gobierno es prácticamente secreto.
Entonces, señores, estamos en una encrucijada bien complicada, porque como ya sabemos, las otras vacunas llegan a cuenta gotas y para colmo nos hemos enterado que ya están comenzando a vacunar a abuelitos con la Sinopharm y no con la Pfizer.
En declaraciones dadas por un adulto mayor a Frecuencia Latina, este se vio asombrado que le estaban poniendo una vacuna china y no una Pfizer Biontech, que es de manufactura alemana.
Estando así las cosas, el Gobierno tendría que dedicarse a trabajar y dejar de dar comentarios tontos y anti sonantes. El Ministro Óscar Ugarte, como doctor, debería dedicarse a temas que tengan más que ver con la ciencia y la tecnología, él no se puede inmiscuir en los estudios que hoy está haciendo Cayetano Heredia, y la señora Primera Ministra tendría que reducir sus expresiones públicas al mínimo, porque tienen muy desafortunadas declaraciones políticas, es una persona incompetente para el cargo, eso el Perú ya se dio cuenta.
El país los está detestando porque en la situación no solo pandémica, sino en economía y en seguridad está muy mal. Entonces ya la verdad es que cada vez que salen a hablar uno tiene que esperar un traductor o que al día siguiente una noticia internacional, como la que estamos conversando, la oriente.
Esta noticia ha dado la vuelta al mundo, está en el New York Times, en La Nación de Argentina, y por supuesto esto no es un complot de informaciones tendenciosas o las tonterías que le han querido endilgar a Willax TV o al señor Humberto Tim Pajuelo. Recordemos que el señor no es el Ministro de Salud, ni tampoco lo es Ricardo Márquez, Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias y Respira Perú.
Recordemos que todos los hospitales están colapsados, no hay camas UCI ni hospitalarias, y que la gente está desesperada por oxígeno.
Y así el Primer Mandatario sale con el cuentaso que ha bajado la curva de contagios. Por Dios, que se calle la boca y que trabaje y dicho sea de paso, que se acuerde del Señor de Los Milagros de salir una vez más con nosotros, porque lo necesitamos.
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