Al parecer, las denuncias efectuadas contra la vacuna china del laboratorio Sinopharm – en el sentido que no son tan efectivas como se aseguró – viene cobrando fuerza a nivel internacional. Ahora resulta que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) viene aplicando una tercera dosis a aquellas personas “que no generaron los anticuerpos suficientes para hacer frente a la Covid-19”. O sea, se corre el riesgo que las dosis aplicadas a la primera línea de vacunados (médicos, enfermeras, policías, entre otros) no estarían del todo protegidos en virtud a la poca efectividad del fármaco.
¿Cómo es esto? Los árabes comprobaron que un número indeterminado de personas no lograron inmunizarse tal como los estudios preliminares lo señalaron. En el mundo, fueron Marruecos, Argentina, China, Perú y Emiratos Árabes Unidos que han utilizado la vacuna en ensayo clínico de fase 3. En buen romance, no se ha logrado establecer la plena efectividad de este fármaco en ninguno de estos países.
Otro tema importante que evaluar: se dijo que los ancianos que actualmente vienen siendo vacunados en distintas partes del país iban a ser inmunizados con la vacuna de Pfizer. No es así. Ellos están recibiendo las dosis de Sinopharm muy a pesar de los propios ancianos que a regañadientes reciben la dosis. ¿Otro engaño más? No lo sabemos. Tal vez el Ministerio de Salud viene reservando las vacunas Pfizer para otros pacientes.
Lo cierto es que toda esta situación ha generado una gran desconfianza por parte de la población y una desesperada reacción por parte del gobierno de Sagasti, pretendiendo cerrar medios de comunicación a manu militari, con el solo pretexto de ser “incómodos” para el régimen de turno. Felizmente, la rápida reacción de la prensa libre, imposibilitó que este despropósito llegara a buen puerto, tal como lo pedían a gritos zurdos y caviares.
¿Por qué engañar a los viejitos de esta manera? No lo sabemos. Lo cierto es que el gobierno de Sagasti pasará a la historia por el pésimo manejo que ha tenido en el tema de las vacunas y su terquedad por ocultar evidencias que son más notorias. Las palabras de la primera ministra, Violeta Bermúdez, con respecto a poner como ejemplo a EAU, quedarán también en el baúl de lo absurdo, pues – como ya lo hemos dicho – este país no es ningún ejemplo de efectividad.
Esperamos con expectativas los estudios finales del ensayo clínico de la vacuna de Sinopahrm. El país merece una explicación científica rápida y oportuna, sin rodeos ni mentiras. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
