La novela de las vacunas no tiene cuándo acabar. Ahora resulta que Francisco Sagasti habría autorizado que la exministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, sea vacunada en forma irregular con la dosis de Sinopharm. Esta noticia corrió ayer como reguero de pólvora, dejando más dudas que certezas respecto a la renuncia de la ex canciller.
Palacio de Gobierno tuvo que salir a desmentir acerca de esta información que pone nuevamente en tela de juicio el accionar del actual presidente de la República, quien no deja de sorprendernos cada día por su pésimo manejo de la crisis sanitaria que vive el país. “Es falso que el señor presidente de la República, Francisco Sagasti, haya autorizado o dado su consentimiento para la irregular vacunación de la exministra”, dice parte del comunicado que, ciertamente, deja más dudas que verdades.
Lo curioso del caso, es que la fuente que propaló esta información, fue la propia ex canciller Astete, quien habría señalado que Francisco Sagasti le dio su consentimiento para ser vacunada con dosis de Sinopharm. Astete indicó que la exministra de Salud, Pilar Mazzetti, estuvo presente cuando le explicó al mandatario por qué quería imunizarse. ¿Suena a verdad? A estas alturas de la historia del presidente “morado” cualquier cosa puede ser creíble.
Y para no equivocarnos, la ex canciller señaló con fecha y todo (21 de enero) que le informó al presidente esta decisión, habiendo sido plenamente aceptada. Y fue ella, precisamente, la que brindó todos esos detalles a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República. Es decir, a confesión de partes, relevo de pruebas. ¿Será la palabra de ella contra la del presidente Sagasti?
Sería muy conveniente que el Parlamente Nacional inicie una investigación urgente contra el señor Sagasti, no sólo por las reiteradas denuncias en su contra acerca del manejo de las vacunas en el Perú, sino por este caso en particular. El país está cansado de las mentiras reiteradas de su clase política, tratando sobre todo de ocultar realidades de su propio entorno. ¿Por qué la señora Astete habría de mentir? ¿Qué fin perseguiría ella contra Sagasti?
Un simple comunicado no puede explicar denuncia tan grave. En todo caso, la prensa independiente tiene el deber de ir desenredando el este ovillo de irregularidades donde los ex colaboradores cercanos a Sagasti tienen mucho que ver. La señora Mazzetti tendrá también mucho que explicar al país luego de sus reiteradas mentiras que pasarán, sin duda, a la historia de la corrupción y la hipocresía del país. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.