Después de lo visto y escuchado ayer por Justicia TV en la audiencia de prisión preventiva de Martín Alberto Vizcarra Cornejo, uno tiene que concluir que el hombre es el ¡Amo y señor! de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y esto tiene un correlato con el pasado, hace un par de años.
Esa desesperación que tuvo al regresar de Brasil para defender a Vela Barba y José Domingo Pérez, de haberse aupado a este guión inventado por Gorriti de IDL, y cómo no, tan bien relatado una y mil veces por Cateriano y sus adláteres televisivos que ya a esta hora también sabemos que trabajaban para él, nos damos cuenta, los que queremos ver las cosas como son y no vivir de la fábula, que este señor maneja a quienes van a poner a los jueces, a los fiscales los próximos años y quienes lo van a ratificar.
Ello porque los delitos imputados con ICCGSA, Obrainsa, Incot, el Club de la Construcción, con todas las cantidades de testimoniales y documentos que hay, evidentemente son gravísimos y la prognosis de la pena es evidentemente alta y los delitos son muy graves.
Es obvio que Vizcarra ha obstaculizado la justicia y claro, todo quedó al libre albedrío de la jueza María de los Ángeles Álvarez Camacho, bajo un criterio subjetivo dice que el señor no se quiere fugar, porque que sea su casa o no, el que tenga arraigo domiciliario es simplemente un criterio, porque la jueza si quiere puede pensar que el señor se quiere o no fugar y ya está. Por eso es que está libre.
Pero eso es desde el punto de vista jurídico, pero desde la óptica política queda claro que el hombre ha hecho su chamba. El hombre sabe que al fin y al cabo toda la “caviarada” ha estado y seguirá estando al servicio de Odebrecht, porque esa empresa robó a manos llenas.
Y como dijo en su momento la señora Del Río, Vizcarra también lo hizo. Y eso lo sabe. Pero ellos tienen que garantizar la impunidad de la corte con la colaboración eficaz y que nadie le toque los activos a Odebrecht, que no le embarguen nada a Graña y Montero y al Club de la Construcción, porque ese es el aparato que está funcionando el día de hoy y quieren poner a su presidente. Si es Lescano en buena hora, y si es una marioneta como Forsyth, mejor aún, ya habiendo desechado la posibilidad de ese mamarracho que se llama Julio Guzmán, le quedan esos dos caballitos de batalla y claro que López Aliaga es el rival a vencer, porque ha sido quien ha dicho directamente que a Odebrecht lo va a fusilar, como va a meter a la cana a la gente de Graña y Montero.
Por su puesto Keiko está muerta de miedo porque si no es Presidenta la van a tener que juzgar esos señores y no puede decir nada en contra de Odebrecht. Digamos las cosas claras.
Lo que estamos viviendo son las consecuencias de un acto muy bien realizado que fue el golpe de Estado al Consejo Nacional de la Magistratura, cambiado por la JNJ, el acecho permanente que tuvo contra la fiscalía de Pedro Gonzalo Chávarry y también de Tomás Avelino Gálvez, y tiene por supuesto sus alfiles Zoraida Ávalos y a Pablo Sánchez.
El poder de Vizcarra en la prensa es inmenso porque tiene del cuello a muchísima gente que ha comido de su mano, en términos literales, no solo por la “mermelada” del Estado, por Reactiva para los grupos económicos, sino por dinero contante y sonante que sin ningún asco ha tenido que dar en la mano.
Recuerden que ese es su modus operandi. “El lagarto”, como le dicen ahora, es una rata que va a seguir pasando piola en los años, salvo que haya una reforma constitucional y cambien esta Junta Nacional de Justicia que evidentemente responde ante sus intereses y ante la progresía liberal, para hablar en términos elegantes, y “caviarada” para hablar en términos más sencillos.
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