Muchísimas veces las informaciones, opiniones y expresiones contenidas en redes sociales, sobre todo las que esconden autoría en el anonimato, son perturbadoras, otras impertinentes y muchas otras hasta agraviantes.
Empero también hay de las otras e incluso aquellas que contienen características y contenido de humor, que no solamente alegran, sino que hacen meditar. Entre estas últimas me acaba de llegar una que señala: “El primer izquierdista fue Colón. No sabía donde iba, no supo donde llegó, nunca supo donde estuvo y todo con plata ajena”. Más allá de la caricaturesca expresión, cuya autoría desconozco, pero que le reconozco risueño contenido con mucha cercanía a la realidad de los rojos.
Durante décadas el discurso de los rojos, con sus promesas lejanas a la realidad, solamente eran confrontados por los social demócratas y los social cristianos, quienes percibían que la revolución comunista había abdicado de imponerse por la fuerza y había encontrado un derrotero distinto, al haberse albergado en muchísimas organizaciones no gubernamentales, que haciendo de tontos útiles, la alimentaba con recursos económicos pese a creer en la Democracia y en la libre economía. También albergaron a los rojos, con ropaje de “progres”, diversos medios de información, en que sus dueños entregaban benévolamente sus espacios, sean escritos, radiales o televisivos a aquellos, sin advertir que con sus propios recursos fabricarían las sogas con las que podrían ser ahorcados.
Es hora que los ciudadanos peruanos entiendan que, los países que hoy son potencia mundial, como la Federación Rusa y la República Popular China, mantienen los partidos comunistas al constituir autoritarismo de Estado, pero que en el tema de su desarrollo económico, se sustentan en la economía de mercado, aunque en algunos casos con rostro humano. Han alcanzado su desarrollo cuando entendieron que hay que elevar el nivel de vida de sus poblaciones, creando e incentivando la propiedad e iniciativa privada y, que su lucha es por la obtención de capitales productivos y mercados donde competir con sus producciones.
No dejaré de insistir que, gracias al capítulo económico de nuestra Constitución, pre pandemia, fue fortalecida y ampliada la clase media, reduciéndose la pobreza y la pobreza extrema en búsqueda del desarrollo y el bienestar de la población. No podemos a estas alturas, en que han transcurrido cerca de 30 años de buena direccionalidad económica, traernos abajo la Constitución de 1993 y especialmente su capítulo económico.
Machaconamente tenemos que repetir que la economía social de mercado que promueve nuestra Ley de Leyes, es el camino adecuado para forjar propietarios, para alcanzar empleo digno y hacer partícipes de las ganancias empresariales a los inversores, a los trabajadores y al propio Estado a través de la tributación que percibe.
Lo antes expuesto, sin olvidar preceptos constitucionales, como el que la iniciativa privada es libre; el Estado estimula la creación de riqueza, la libertad de trabajo y de empresa, promoviendo sobre todo a las pequeñas. Se reconoce asimismo el pluralismo económico y la coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa y muchísimos etcéteras.
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