El votar por alguien de derecha o izquierda ha sido una disyuntiva que nos han querido vender en los últimos 30 años en el Perú, como un hecho cierto.
También, que la gente, a la hora de la hora, en la segunda vuelta tiende a votar hacia el centro. Eso es casi un mantra, como una verdad escrita en bronce y esculpida en mármol.
Pero la cosa no es tan así. Veamos la historia desde la época en que Belaunde termina venciendo a Armando Villanueva cuando Acción Popular era un partido de centro y Villanueva, que era aprista, era más tirado al ala más izquierdista de dicho partido. Ahí no hubo nadie de derecha.
Años después, aparece un joven Alan García, que termina venciendo a Barrantes Lingán, y estamos hablando de que “Caballo loco” en esa época era bastante de izquierda, y el otro era más de izquierda aún. No hubo nadie de derecha por esas épocas.
Después de Alan García y la desgracia que fue su primer gobierno termina apareciendo Alberto Fujimori que no era ningún izquierdista, ni de derecha como lo era Vargas Llosa. Fujimori más bien fue un centrista y le ganó de una manera espectacular.
Entonces no era tanto de derechas como de izquierdas. Fujimori resultó siendo un gobernante más tirado hacia la centro derecha que a la izquierda.
Después vemos cómo se enfrenta Toledo contra el propio Fujimori. Y Toledo nunca fue de izquierda, era un centrista que se rodeó de caviares como García Sayán, Gino Costa, Basombrío, pero los caviares son parásitos de cualquier Gobierno. Luego vino Paniagua que era un hombre de la facción de Centro Izquierda de Acción Popular, que es un partido que tampoco tiene un gran predicamento ideológico.
Y si uno sigue avanzando, después aparece Alan García enfrentando a Ollanta Humala, que era radical chavista y Alan García gana. Y el Apra nunca ha sido partido de derecha. Puso una disyuntiva entre el bien y el mal, entre el capitalismo y el estatismo chavista-cubano-venezolano. Posteriormente, Keiko, que se podría decir de derecha, sí enfrenta a Ollanta Humala que se va hacia el medio y logra ganar con la famosa “hoja de ruta”. De tal manera que en todos los años del devenir eleccionario, recién en ese momento vimos la disyuntiva de izquierda y derecha.
Posteriormente, Keiko hace lo que mejor sabe, que es perder una elección, y esa vez fue contra PPK. Digamos que eran dos de derecha. Y si uno ve fríamente las cosas como están, los grandes participantes en la segunda vuelta deben ser Rafael López Aliaga, Keiko Fujimori, el propio Hernando de Soto, ninguno de izquierda y Yonhy Lescano que si bien es de izquierda, difícilmente pueda entrar a la segunda vuelta.
Los últimos días ha perdido y mucho predicamento no hubo en el debate, con unas propuestas absolutamente locas, como lo del cañazo, lo de Huáscar no le puede sumar votos y tratar de llevar como Premier a Francisco Miró Quesada Rada, alguien representante del Grupo El Comercio, que es el grupo más “mermelero” de la historia del Perú, digamos que no es una gran idea ni que le llene muchos votos. De Soto, diciendo que las vacunas las deben traer los privados, rodeándose de Vega Alvear, que es un promotor de Odebrecht diciendo que esa empresa brasilera se va a quedar en el Perú y después aduciendo que Andrés Hurtado “chibolín” es un estratega, mucho no le puede sumar.
López Aliaga se ha pelado con periodistas y eso evidentemente le tiene que restar en la opinología, pero no sé qué tanto en la intención de votos. Pero están haciendo todos un rush muy interesante moviéndose por todos lados y calculo que terminarán su campaña en distritos populosos de Lima.
Entonces no creo que en estos casos sea un tema de derechas o izquierdas, es más, que a nadie le llame la atención que termine pasando a la segunda vuelta “Porky” y Keiko, o “Porky” y De Soto, que se quede afuera Yonhy Lescano, porque lo de Forsyth es una pena por su estado de salud, de ahí no hay más izquierda. ¿Usted qué opina, amigo lector de LA RAZÓN?