La berenjena aumenta la producción de orina, estimulando la capacidad de filtración de los riñones. Su consumo conviene en caso de litiasis renal, edemas (retención de líquidos), hipertensión arterial y afecciones cardiacas.
Beneficios de la berenjena
Precisamente este vegetal es muy buscado por su poca grasa, la fibra y las bajas calorías, algo que le permite ser utilizado en las dietas para bajar de peso o controlarlo, pero es preferible que no se cocine con aceite, ya que absorbe una gran cantidad, por lo que es mejor a la plancha o al vapor.
Además, que por su gran cantidad de agua se convierte en un vegetal diurético, algo clave para adelgazar o incluso para las deficiencias renales. Otro punto a favor es el potasio, que es importante para el sistema nervioso y la actividad muscular.
Mientras que las personas estreñidas pueden verse favorecidas, porque la berenjena contienen celulosa, algo que beneficia por sus propiedades laxantes. Igualmente se habla que su sabor amargo, estimula el buen funcionamiento de la vesícula biliar, el hígado y la digestión de las grasas, es decir aporta aspectos positivos en todo nuestro proceso digestivo.
Otras de los beneficios de la berenjena es que también ayuda en la reducción del colesterol, mejora la circulación sanguínea por la estatina, y es empleada en tratamiento de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
Es importante por sus propiedades antioxidantes, y ha agarrado popularidad por su “buena fama” de prevenir enfermedades cardiovasculares o el cáncer, así como controlar el colesterol.
Es también alabada por su capacidad antioxidante por su ácido clorogénico y utilizada en las dietas de los diabéticos, por su capacidad de saciar el hambre sin aportar hidratos de carbono, mientras que por su potasio también equilibra el consumo de sal, permitiendo que el organismo siempre se encuentre hidratado.