Sófocles: Edipo Rey

por | Jun 22, 2018 | Educación

El rey Edipo envía a consultar al oráculo de Apolo a Delfos, a su cuñado Creonte, sobre una terrible epidemia que asolaba la ciudad de Tebas.

Le enviado especial llega al poco tiempo con la respuesta de solución y es que: para librase de la calamidad había que buscarse los homicidas del rey anterior, Layo, castigándolos con la muerte o con el destierro.

Edipo, que se había casado con Yocasta, viuda de Layo y hermana de Creonte, no conoció a su antecesor y pide que le faciliten detalles del asesinato de que se trata, averiguando que layo pereció en el camino de delfos a manos de unos ladrones, cuando de ahí regresaba, según declaro entonces el único sobreviviente de los hombres que formaban la escolta.

Hace luego el rey venir a su presencia al viejo adivinador ciego Tiresias, para que le ayude a descubrir al homicida, pero este se niega tercamente a participar en el asunto y accede solo cuando se ve menospreciado y hasta insultado por el rey, se encara con él, le acusa de ser el asesino de Layo y le predice espantosas desaventuras para aquel mismo día.

Luego Edipo interroga a Yocasta sobre el asesinato de su primer marido, y acoplando datos que ella recuerda con los que él conoce y los que añade un mensajero llegado de corinto para anunciar la muerte del rey Polibio.

Luego se viene a integrar la historia siguiente:

Un oráculo predijo que el rey Layo moriría a manos de un hijo que tendría de su mujer, y para evitar que se cumpliera tan funesta predicción, a los tres días de nacer el niño que engendraron, le pusieron en manos de un esclavo fiel para que le atravesara los pies y le abandonara en un bosque intransitado, mas el esclavo se lo dio a un compañero suyo que era pastor de los reyes de corinto, Polibio y Merote, quienes Vivian apenados por no tener hijos; y su servidor les llevo al niño y al cual criaron y educaron cual legitimo descendiente.

Siendo ya adulto, le dijo un beodo en su festín que no era verdadero hijo de los que tenía como padres, el mancebo quedo tan preocupado que acabo por abandonar la ciudad secretamente para marchar a Delfos y consultar al oráculo.

Este se negó a contestar sus preguntas, sin embargo le vaticino que mataría a su padre y se casaría con su madre.

Enloquecido huyo de Corinto y de sus proximidades y anduvo errando lejos de aquella tierra, para evitar e cumplimiento de las atrocidades vaticinadas por el oráculo.

Y un día hallándose cerca del camino de Delfos, estuvo a punto de ser atropellado por el coche en el que viajaba un hombre entrado en años, escoltado por un heraldo y dos servidores. Viéndose agredido por el viajero, se defendió lleno de cólera y con el bastón que llevaba mato a sus agresores de los cuales solo escapo uno, el cual había contado que eran varios los asesinos con el fin de aminorar la vergüenza de la derrota.

El rey Edipo al persuadirse de que aquella historia era la suya, queda consternado, puesto que él fue el niño abandonado por Layo, con los pies heridos.

Se maldice a si mismo al ver su fatídica suerte, y se considera el más miserable de los hombres.

La desventurada Yocasta enloquecida por el horror, muere estrangulada con sus propias trenzas.

Luego Edipo se hiere en los ojos con los broches de oro que sujetaban el mato de su muerta madre y queda ciego.


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