GERMÁN LENCH CÁCERES
Un Poder Ejecutivo debe tener activa una Institución que aplique el planeamiento estratégico para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo Concertado e implementar los planes regionales y sectoriales de mediano y largo plazo que propongan acciones de futuro del país.
El Perú necesita una reforma estructural del Estado que permita agilizar y ejecutar los planes, programas y proyectos de inversión pública para mejorar y orientar la distribución de los escasos recursos públicos teniendo como horizonte la rentabilidad social nacional, regional y local como complemento de la inversión privada y el presupuesto público por prioridades y especialidad sectorial, usando al Centro Nacional de Planeamiento Estratégico – CEPLAN, como parte de un Viceministerio de Planeamiento y Economía.
Carecemos de planificación estratégica, prevención y visión de futuro; se debe evitar que el Ministerio de Economía y Finanzas – MEF, siga siendo juez y parte, entrometiéndose en las decisiones especializadas de los sectores del Gobierno, alargando y confundiendo la tramitología con la creación de sistemas que obstaculizan el funcionamiento público.
El artículo 58º de la Constitución Política establece que la iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado, o sea, el Estado interviene cuando sea necesario bajo un régimen de competencia justa. Bajo este régimen, el Estado orienta el desarrollo del país y actúa en las áreas de promoción de empleo, servicios públicos e infraestructura.
Se puede crear un Viceministerio de Planeamiento y Economía dentro del Ministerio de la Producción que incluya al CEPLAN, sin perder de vista que exista el Ministerio de Hacienda Pública hoy finanzas, esto evitara que el MEF apruebe proyectos a través del Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Inversiones y asigne recursos cuando manejando dictatorialmente el Sistema Nacional de Presupuesto Público lo considere, sin tener en cuenta la necesidad de los sectores.
El Viceministerio de Planeamiento y Economía se encargaría de promover la modernización y competitividad de la estructura productiva; impulsando la iniciativa de la inversión privada, el desarrollo de la innovación tecnológica y la consolidación de la inserción internacional de la economía para crecer 5% anual en el PBI (Producto Bruto Interno), mediante la formulación de políticas, programas e instrumentos que faciliten la actividad de nuestras unidades productivas, sus organizaciones y las instituciones relacionadas con el crecimiento productivo.
El Ministerio de Hacienda Pública debe gestionar los recursos públicos a través de un Estado al servicio de la ciudadanía y los contribuyentes; generando estabilidad en una economía integrada internacionalmente, que promueva un crecimiento sustentable no solo como exportador de materias primas que dependen del precio internacional, sino que incorpore valor agregado para generar empleo, con una remuneración de acuerdo a la productividad.
Se debe aumentar la recaudación con equidad tributaria y administrar responsablemente la política fiscal, combatiendo la informalidad, la evasión tributaria, los mercados negros y el contrabando, así como el lavado de dinero y el narcotráfico.
Juntemos instituciones para achicar el Estado. No olvidemos “funcionarios públicos con altos honorarios” y con una productividad ineficiente por cobros de consultorías copias, teoría y nada de la realidad a su casa, por su ineficiencia, inexperiencia y falta de compromiso con el país.
(*) Economista.