Revoltosos trataron de ingresar al congreso
César Lopez
Lo que pretendía ser una marcha pacífica, – en rechazo a la corrupción en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y en el Poder Judicial, puestos a descubierto en audios difundidos, – se convirtió en caos y violencia, debido a la infiltración de grupos radicales y terroristas, entre ellos el MOVADEF.
Las marchas se realizaron en ciudades como Ancash, Lambayeque, Abancay, Cajamarca, Chiclayo, Puno e Iquitos, en donde miles de pobladores y gremios de trabajadores de construcción civil expresaron su rechazo a los actos de corrupción. Un tema que llamó la atención fue la convocatoria a la marcha que hizo el terrorista Peter Cárdenas, quien usó sus redes sociales para promover esta movilización.
En Piura, miles de personas marcharon por las principales calles de la ciudad. Gremios de jóvenes, integrantes de construcción civil, así como ronderos de la sierra de la región se unieron a la movilización.
En Trujillo, cerca de 5 mil personas salieron a marchar por el Centro Histórico en protesta por los recientes actos de corrupción. Los manifestantes se congregaron a las 6 p.m. en la plazuela El Recreo. Participan miembros del Colegio de Abogados y la Universidad Nacional de Trujillo, así como instituciones educativas, sindicatos y estudiantes.
Por otro lado, en Ayacucho, varios sindicatos que agrupa la CGTP se movilizaron desde la mañana por las principales calles de la ciudad y realizaron un plantón en el frontis del Poder Judicial de Ayacucho. Como parte de las protestas se quemó un muñeco del presidente de la República, Martín Vizcarra. Asimismo, los protestantes, en medio de porras, convocaron a un paro regional para el 26 de julio.
En Iquitos, se registraron disturbios entre la policía y los manifestantes.
En Lima, manifestantes, de manera violenta, trataron de agredir a la policía en la avenida Abancay e intentaron romper el cordón policial para ingresar al perímetro del Congreso. La policía montada resguardó los exteriores del Parlamento.
Se registran disturbios entre la policía y los manifestantes que intentaron llegar al Congreso. A la altura de la avenida Nicolás de Piérola con Abancay, agentes policiales lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Al grito de “Que se vayan todos”, los miles de manifestantes se desplazaron por las calles del Centro de Lima, mostrando su total rechazo a los actos de corrupción revelados en el sistema judicial peruano.