También aparece en público el misterioso portavoz de los talibanes que solía comunicarse con la prensa desde la clandestinidad
El mulá Abdul Ghani Baradar, de 53 años, quién en el pasado fue capturado en una operación conjunta de Pakistán y EEUU, y liberado luego por los estadounidenses, es uno de los cuatro hombres que fundaron el movimiento Talibán en 1994 y voceado para asumir como presidente de los afganos.
Es considerado el segundo en jerarquía después del líder espiritual del movimiento, el mulá Mohammed Omar, quien permanece escondido por ser objeto de búsqueda por los servicios de inteligencia de los EE.UU, por su presunta participación en los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas.
Según el periodista Rahimullah Yusufzai, del diario paquistaní The New York Times, el mulá es quien ha estado dirigiendo desde Qatar las negociaciones con los estadounidenses que condujeron a la retirada de todas las tropas extranjeras de Afganistán.
Sanciones de la ONU
De acuerdo con Interpol, el mulá Baradar nació en 1968 en Afganistán en la aldea de Weetmak, en el distrito de Dehrawood, provincia de Uruzgan. Se le recuerda como el exviceministro de Defensa del primer régimen talibán que gobernó Afganistán hasta el 2001.
El mulá Baradar, al igual que otros líderes talibanes, está sujeto a sanciones de Naciones Unidas, como la congelación de sus activos financieros y la prohibición de viajar fuera de su país o adquirir armas u otro tipo de material que pueda ser usado con fines militares.
También se cree que es miembro de la Quetta Shura, el consejo de líderes que toma las decisiones más importantes del movimiento Talibán.
El corresponsal de la BBC en Islamabad Ilyas Khan señala que el mulá Baradar tiene vínculos con el famoso Directorio de Inteligencia entre Servicios de Pakistán (conocido como ISI por sus siglas en inglés), el servicio secreto paquistaní, a quien se vincula con la creación del Talibán.
A pesar de que se lo considera líder de las fuerzas talibanes, se cree que el mulá Baradar pertenece al grupo de militantes que están de acuerdo con dialogar con Estados Unidos y el gobierno afgano.
Su estrategia
Poco se ha sabido del mulá Baradar desde la caída del régimen talibán en 2001. Sin embargo, en julio de 2009 la revista estadounidense Newsweek dijo haber tenido un intercambio de correos electrónicos con él.
En esa ocasión, al ser consultado sobre la acción de EE.UU. en Afganistán, el mulá dijo que el Talibán quería ocasionar la mayor cantidad de pérdidas posible en las fuerzas estadounidenses, lo que sólo se lograría si los soldados norteamericanos abandonaran sus zonas seguras.
También abogó por continuar con la «yihad» (guerra santa islámica) hasta lograr «expulsar al enemigo de nuestra tierra».
Baradar ha reivindicado siempre al mulá Omar, el líder espiritual de los Talibanes, al que reconoce como máximo líder del Talibán, del que asegura es el que encabeza la lucha contra la coalición occidental y negó que los líderes del movimiento estuvieran establecidos en Pakistán.
El misterioso portavoz
Zabihullah Mujahid, el misterioso portavoz de los Talibanes durante toda la guerra de resistencia, hizo su primera aparición pública durante la primera rueda de prensa del Talibán en el poder.
Mujahid respondió a una gran cantidad de preguntas de los periodistas en la que afirmó que los derechos de las mujeres serían respetados «dentro del marco de la ley islámica».
Era la primera vez que veían el rostro de Mujahid. Durante años era solo la voz al otro lado del teléfono de alguien que operaba desde la sombra. respondiendo a la primera pregunta de una periodista.
El portavoz adoptó un tono conciliador, con el que le respondió a otro reportero: «No queremos enemigos internos ni externos».
Curiosidad de la prensa
Mujahid estaba sentado en el asiento que ocupaba Dawa Khan Menapal, exdirector del centro de información y medios del gobierno de Afganistán, asesinado por militantes talibanes a principios de este mes.
Mujahid se atribuyó la responsabilidad en ese momento y dijo que Menapal «murió en un ataque especial».
Algunos han sugerido que el hombre que estuvo sentado el martes frente a las cámaras se ve demasiado joven para ser la misma persona que respondía a sus preguntas durante todos esos años.
«Se ha especulado durante años que era un nombre inventado, que había muchos «Zabihullahs» que se turnaban para responder. Ahora, por supuesto, todos aceptan que este es el Zabihullah Mujahid.
«Eso es lo que son los talibanes, son organizados e ideológicos, nada se hace por accidente. Para crear misterio en torno a una sola persona, de repente aparece en la pantalla”, dicen los corresponsales.
Los representantes del Talibán mantuvieron un tono diplomático y conciliador frente a los periodistas.
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