El día de ayer, cuando mediaba la tarde se informó al Perú que el Presidente, o el que oficia como tal, iba a dar un mensaje a la Nación a las 8.30 de la noche, lo cual sucedió. Cuando menos fueron puntuales.
El problema es que no hizo más que ratificar que no tienen ni idea de qué hacer con el país. Fue exactamente más de lo mismo. No tuvo un mensaje sorprendente o llamativo. Han vuelto a decir que van a vacunar para finales de setiembre a la mitad de los peruanos, es decir se tiene que llegar a 15 o 16 millones de connacionales vacunados, para lo cual tendrán que ponerle dosis a 120 mil personas al día en todo lo que va de este mes, en la medida que esto ya tiene un recuento histórico, digamos que no sería nada difícil de llegar a la meta en la medida que haya vacunas. Ya está.
El problema es que octubre, noviembre, diciembre, es donde va reventar la tercera ola y vamos a estar con el 50% de los peruanos sin vacunar. No ha dicho una sola palabra con respecto a la compra de pruebas moleculares, ni a la implementación de camas UCI con respiradores, ni tampoco con mayores equipos de emergencia. Es decir, no tiene una idea de qué hacer con este tercer desastre.
Con respecto a la economía, el ampliar al GLP el fondo de estabilización implica más subsidio, es decir más gasto público, pero ninguna solución con respecto a la alimentación ni al precio del dólar. Es decir, no hay cómo generar confianza y mucho menos estabilidad.
Con respecto al paquete tributario que se amenazaba supuestamente contra los ricos, no dijo nada. Sobre seguridad ciudadana, cero. Es decir, una vez más los mayores problemas del Perú no han sido abordados. Con respecto al desastroso Gabinete Bellido y la presencia de Iber Maraví, dijo que el Gabinete estaba “en constante evaluación”.
Y así la palabra dada puede martillar una y otra vez, porque estamos ante un incompetente que no sabe qué hacer con el Estado.
Respecto a políticas más específicas de lucha contra el narcotráfico, lavado de activos o los problemas de su propio partido Perú Libre, no dijo nada.
Es decir, como los fines de semana han pasado y no tenía nada que hacer, salió a dar una ronda vigilando la vacunación, visitando algunos hospitales, y teniendo un coro de áulicos frente al actual ministro de Salud, Hernando Cevallos, que no es más que un vocero, pues tampoco no nos dice las principales políticas de salud pública.
No hay nada más que decir ni nada más que hacer, estamos a la espera de que supuestamente cada uno de los ministros ofrezcan su paquete de medidas para saber qué van a hacer.
Cuarenta días de pérdida de tiempo en donde este señor y el común de los ministros no tienen idea de cómo funciona el Estado, precisamente porque son ignorantes y lo que es peor, no están capacitados para ejercer el cargo. Sumado a ello a que no tenían ningún plan de Gobierno, ni escrito ni por pensar.
Cerrón sigue avanzando con sus planes de cerrar la Constitución y de fugar del país, porque la noticia que hubiera sido la más importante el día de ayer ha sido soslayada.
El abogado del líder de “Los dinámicos del centro” ha dicho que piensan pedir asilo político, es decir fugarse del país y eso es algo gravísimo porque los hechos imputados son muy serios, la obstrucción de la justicia es evidente, de tal manera que lo que abe es la prisión preventiva de Cerrón y de los principales cabecillas del movimiento, incluido la vicepresidenta Dina Boluarte.
Así que, parafraseando a la Presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, “La calle pide la vacancia”. Bueno, la calle también pide la detención del señor Cerrón, lo cual sería un hecho gravísimo que pondría al filo del despeñadero a este Gobierno tan paupérrimo.