Un Bayern en modo entrenamiento liquida al Barça, incapaz de hacer ni cosquillas. Encima, Lewandowski puso el tercero con enorme clase. Se recordará como lo de Messi a Boateng
En la previa del partido, el técnico del Barça conformó su mediocampo con Pedri, Memphis y L. De Jong. Asimismo, Ronald Koeman formó su mediocampo con Alba (Balde, 73′), Busquets (Gavi, 59′) y F. De Jong. En cambio, el entrenador del Bayern Múnich decidió atacar con Müller (Sabitzer, 81′), Musiala (Gnabry, 69′) y Lewandowski.
En la primera parte, Ter Stegen salvó con una mano prodigiosa un trallazo de Sané, mientras que Piqué bloqué un tiro de Musiala tras una pérdida de Busquets. Luego, Müller disparó con comodidad y el balón entró tras tocar en Eric Garcia. Las malas sensaciones se plasmaron finalmente en el gol. Se cumplió la lógica a la media de hora de juego.
En la segunda parte, el Bayern Múnich buscó la sentencia y la pudo encontrar con un remate a bocajarro de Sané que Ter Stegen interceptó con el pie antes de que otro latigazo, esta vez de Musiala, diera en el poste y Lewandowski empujara el rechace a boca de gol. Si ante el primer golpe ya no había plan, con el segundo ya no quedaba más que esperar un milagro.
Por último, el Barça decidió jugar el final del partido con un equipo casi imberbe. Encima, Lewandowski puso el 0-3 con enorme clase para volver a golpear a la afición culé en otra trágica noche europea. Y ya son excesivas. La diferencia con el Bayern a día de hoy es abismal. Primera bofetada