FERNANDO CALLE HAYEN
Es importante recordar que la dictadura militar que se iniciara en nuestro país en octubre de 1968, como anteriores golpes militares, dejaron en suspenso la Constitución política del Estado Peruano; así pasó por ejemplo con el estatuto provisorio del Gral. Benavides que lo menciono por la referencia que destacaré oportunamente. Este nuevo golpe de estado no podía ser la excepción y si bien sus primeras horas no contaron con el apoyo de la Fuerza Aérea ni de la Marina, quienes después se alinearon (o fueron alineados), empezaron con el denominado Estatuto del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada; siendo importante recordar que por boca del presidente del Consejo de Ministros de dicha dictadura, Gral. Montagne, se anunció que el gobierno de facto duraría un año y se convocaría a elecciones.
Golpe contra el Partido Aprista Peruano y especialmente contra su Jefe y Fundador, Víctor Raúl Haya de la Torre, no olvidemos que en cuanto asumió el Gral. Juan Velasco Alvarado la presidencia del Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas –ese año- anunció en nombre de dicha institución que la palabra “veto” no existía en las fuerzas armadas y que naturalmente Víctor Raúl Haya de la Torre y el aprismo tenían el camino limpio sin obstrucción castrense en las elecciones de 1969; esto ocasionó sin duda alegría en la población y especialmente en los apristas y demócratas que veían con esperanza que nuestro país podía institucionalizarse con respeto a la decisión del pueblo “el soberano”.
Cierto que también esos meses se hablaba de la corrupción de altos funcionarios del gobierno como de algunos miembros de las propias fuerzas armadas, amén de la secuela de la guerrilla de 1965 y la perfomance de Luis de la Puente Uceda y el APRA rebelde con su consecuente “MIR”; lo cierto es que luego de la esperanza y sosiego que se creaba ante décadas de enfrentamiento cívico-militar con el aprismo y sus consecuentes golpes de estado militares para evitar que Haya de la Torre sea presidente de todos los peruanos, reapareció el poder oculto con su sombra.
Y a pesar de que en 1962 se había producido el golpe de estado del Gral. Pérez Godoy, reemplazado a medio año por el Gral. Lindley que llevara las elecciones de 1963 y del juramento del Gral. Velasco, como de su premier, Gral. Montagne, anunciando un año de gobierno transitorio, el que fue cesado al año fue dicho Gral. y fue la dictadura militar más larga de la historia del siglo pasado, doce largos años. Ayer un Juramento hoy una traición.
Pueblo y Fuerza Armada fue el slogan del régimen militar, quienes además recogieron y trataron de llevar adelante varios puntos del plan mínimo del Partido Aprista, que desde su programa de 1931 entregado por las bases apristas a Víctor Raúl, era conciencia en el pueblo y en todas las generaciones apristas que inclusive dieron sus vidas y libertad por la justicia social. Colaboraron apristas, como Carlos Delgado Olivera, entre otros que fueron reclutados, como se decía en ese entonces, quizás, por el estómago y veleidad del poder, razón por la que fueron expulsados en muchos casos y/o considerados traidores; más aún, cuando era una clara afrenta al Jefe y Fundador del aprismo que se encontraba en nuestro país al lado de su pueblo y especialmente de la juventud, enfrentando y soportando la dictadura. NO A LA IMPUNIDAD.