Embajador de Uruguay en Perú, Luis Hierro, ratifica posición de su país en Celac
REYNA CÁRDENAS A.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, fue uno de los pocos que se atrevió a criticar en voz alta el régimen del dictador Nicolás Maduro durante la Cumbre de la Celac. Hoy el embajador uruguayo en el Perú, Luis Hierro López, ratifica dicha posición en entrevista con La Razón. Además el exvicepresidente uruguayo habla sobre la relación de su país con el Perú y las oportunidades de negocios que surgen entre ambos.
-Embajador, ¿cuáles son actualmente las perspectivas de Uruguay tras la pandemia?
Como a todos los países, la pandemia en Uruguay golpeó muy fuerte al principio, pero el gobierno uruguayo optó por una política ajena al confinamiento forzoso, apelando a la libertad individual y responsable del ciudadano. Hoy el 75% de la población uruguaya está vacunada con doble dosis y un 30% de la población tiene ya la tercera dosis. Esto ha significado que el país esté en una situación ventajosa y en condiciones de retomar el ritmo de crecimiento.
-Lamentablemente, eso mismo no ha ocurrido en el Perú…
Sí, pero el camino del Perú es el camino adecuado. Perú ha resuelto intensificar su campaña de vacunación y, si bien arrancó un poco de atrás, ahora estoy convencido de Perú está en el buen camino. Cuanto más rápido se desarrolle la vacunación, más rápidamente va a poder reponerse también la cuestión sanitaria, que es tan importante para luego encarar las cuestiones económicas.
-¿Cómo están las relaciones entre Perú y Uruguay, ahora que ha entrado un nuevo gobierno?
Están muy bien. Yo ya estoy aquí hace 6 meses y pude hacer unas gestiones con la anterior administración. Por suerte, muchos de esos temas continúan en la actual administración y por lo tanto ya son políticas establecidas por el Ministerio de Comercio Exterior. Tenemos algunas pequeñas diferencias que, bueno, se van a resolver en términos totalmente civilizados.
-¿Sobre qué temas?
En lo que refiere a la aplicación de la franja de precios por parte de Perú a algunas importaciones agrícolas, entre las cuales está el arroz uruguayo, que atiende un 10% de la demanda peruana. El arroz uruguayo no es competitivo con el peruano, es complementario, porque son arroces de calidad distinta, y el gobierno peruano le impone una franja de precios que hoy está equivaliendo a 32 dólares por tonelada. Nosotros estamos a favor de la negociación, y efectivamente en eso estamos ahora, pero pensamos que el tema se va a encaminar y no va a generar dificultades.
-Sin embargo, en campaña electoral, el gobernante actual (Pedro Castillo) habló de prohibir importaciones de lo que acá ya producimos. ¿Eso no les preocupa?
Mire, obviamente que los países tienen derecho a hacer lo que mejor consideren, pero la realidad indica que somos todos países muy abiertos e integrados. Por ejemplo, Perú exporta arroz a Colombia y ha tenido una larga disputa con Colombia para no recargue esas importaciones de arroz peruano. Entonces, Perú le exige a Colombia que desgrave, pero él hace lo propio por su lado. Son situaciones que indican que no podemos cerrar las fronteras, porque cerrando las fronteras se está perjudicando el consumo de nuestra gente, que va a terminar pagando más por un producto. En esa medida yo creo que, por los anuncios que ha hecho el ministro de Economía (Pedro Francke) y algunas otras autoridades, si bien hay un reclamo que proviene de la época electoral en el sentido de proteger la producción peruana, yo creo que no se va a poder aplicar en estos tiempos, porque Perú tiene que ir exportando, como lo viene haciendo, y en esa medida a Perú no le conviene que, como represalia, otros países le cierren las puertas.
-Pasando a otro tema, ¿cuál es la posición de Uruguay acerca del Grupo de Lima? ¿Creen que “ya cumplió su ciclo, como dijo nuestro representante en la OEA, Harold Forsyth?
Uruguay participó más bien del grupo de contacto con las autoridades europeas que del Grupo de Lima. Vimos con respeto y con buena acogida la intención del Grupo de Lima, pero también hemos visto que, por la vía de los hechos, como ha dicho el señor embajador Forsyth, el Grupo de Lima se ha venido desintegrando. Ahora estamos en una nueva negociación entre el Gobierno de Venezuela y la oposición. Es una negociación muy difícil, hay intereses en juego y además hay cuestiones ideológicas que lamentablemente significan vallas a veces muy difíciles de superar.
-En efecto, el presidente Luis Lacalle tuvo una posición muy crítica frente a la situación en Venezuela…
Crítica a la situación de Venezuela, de Nicaragua y de Cuba también. Pero sí creemos que hay insistir en el camino de la negociación, como lo dijo el señor presidente Lacalle: sin levantar la voz y sin enojos, pero en el camino de la verdad. Y cuál es el camino de la verdad: no hay democracia en esos países. Este es un reclamo que América tiene que retomar y tiene que poner ese tema en el primer lugar de la agenda, para que la presión política que legítimamente se puede ejercer en favor de la democracia influya en los procesos internos.
¿Y cuál sería el foro para la presión política, la OEA? ¿O se tendría que crear una nueva entidad?
Yo le temo un poco a la permanente creación de foros y de reuniones y de instituciones porque lamentablemente cada tres o cuatro años estamos creando otra institución y que no cumple con los propósitos. Creo que hay que hacer todo esto a través del diálogo multilateral en la OEA, que es precisamente el ámbito adecuado. La Carta Americana de Derechos de la OEA acaba de cumplir 20 años. He visto con agrado que Perú adhiere a esos principios, esto creo que es muy importante.
-La Embajada de Uruguay en Perú está organizando un evento dirigido a empresarios peruanos. ¿Nos podría comentar un poco al respecto?
Este jueves 23 (hoy) a las 9:00 horas de Perú, la Agencia de Promoción Uruguay XXI hace, en conjunto con la Embajada, una presentación webinar donde ya hay anotados cerca de 300 empresarios peruanos interesados en conocer el régimen de inversiones que hay en Uruguay y las ventajas que ofrece. Por ejemplo, tenemos un régimen de zonas francas que es un régimen muy novedoso y a la vez muy dinámico, que permite a empresarios utilizar esa base de operaciones para reexportar a otros países. Hay una categoría muy acentuada de facilidades y de exoneraciones a la inversión, a medida que la inversión es más alta y con más carácter social, en el sentido de que va a generar más empleo, la exoneración también es más alta. La intención es promover un clima de negocios que nos permita avanzar resueltamente en mejorar el comercio bilateral, que ha mejorado mucho, pero que se puede intensificar.