El ganador del Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, comentó acerca de la dirección política y social de Latinoamérica mediante una entrevista
Este lunes, Mario Vargas Llosa, quien ganó el Premio Nobel de Literatura en el 2010, aceptó la medalla al “mérito en Orden de Gran Cruz”, que fue otorgada por el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso. El motivo del reconocimiento fue por su contribución a la promoción de la literatura.
“Desgraciadamente, en América Latina el odio todavía prevalece entre las diferencias políticas y eso nos impide establecer los sistemas de convivencia que son indispensables para que un país progrese”, expresó el literato.
Asimismo, en la entrevista el escritor desglosó las problemáticas fundamentales que golpean al territorio.
“La pandemia ha sido verdaderamente trágica para América Latina, los países van a salir muchísimo más empobrecidos de lo que estaban”, añade previo a criticar el mal funcionamiento del aparato de salud, que a pesar de ello no ha vetado la idea del Estado, como “gran proveedor de todas las necesidades”, “lo que quieren los socialistas, los extremistas”, “una ideología atrasada”.
El presidente Lasso lo ha apodado como “latinoamericano universal”, ya que ha sacado la cara por los mismos principios humanos durante su carrera en la región latinoamericana donde, “ser liberal es un acto de rebeldía”.
A pesar de su duro análisis, también subraya las grietas que están atravesando ciertas dictaduras, como el caso de la cubana.
“Por primera vez en 62 años los cubanos, en el colmo de la desesperación han salido a las calles”, afirma que no ha sido inesperado para los que como él lo esperaban, aunque “para muchos otros que creían en el paraíso socialista sí”.