El gobierno neosenderista de Pedro Castillo viene actuando de un modo que ya se hace previsible. Nombran un ministro (o funcionario) absolutamente impresentable. Algún prontuariado, un delincuente, un terrorista, etcétera. Una vez en el cargo este hace o propicia algún desaguisado y se produce un gran escándalo. La opinión pública y los medios se indignan. La PCM pide explicaciones. El congreso lo cita a comisiones y luego se plantea la interpelación. Castillo en la estratósfera chavista no dice nada y se toma fotos o viaja con el ministro cuestionado. Luego al borde de la interpelación y censura, cuando ya la situación no da para más el ministro o funcionario renuncia. Entonces se nombra a otro impresentable y el carrusel sigue girando. Se calman las aguas, pero el desaguisado que originó todo es ya un hecho consumado.
Lo tuvimos muy claro cuando el asesino y guerrillero Héctor Béjar asumió la Cancillería. Retomó las relaciones diplomáticas con la tiranía chavista de Maduro y nos sacó del Grupo de Lima. En su concepto, idea que comparte Castillo, el Grupo de Lima fue instaurado para apoyar a la oposición golpista venezolana. Según Béjar, así nos ubicábamos contra las políticas de bloqueos unilaterales que afectan a Venezuela. Luego de esto profirió una serie de desatinos y humillaciones contra la Marina de Guerra del Perú y la reacción de la gente lo obligó a renunciar antes de ir al congreso. Lo cierto es que se fue, pero nos dejó fuera del Grupo de Lima.
Luego vino Maúrtua, que con absoluta indignidad ha decidido echar por tierra su carrera y ponerse al servicio del gobierno neosenderista. El carrusel siguió girando. No pasó nada.
Ahora se ha vuelto a aplicar la misma estrategia. Ayala era totalmente insostenible. Las declaraciones de los altos mandos de las Fuerzas Armadas cesados en sus cargos, sobre la manipulación de los ascensos por orden de Castillo lo comprometían gravemente. Su censura era inevitable, entonces renuncia. Ahora colocaran a otro en su lugar. No importa si es peor o mejor que él. Probablemente siguiendo el modus operandi del gobierno sea peor, pero la clave está en que el tema de los ascensos ya es un hecho consumado.
Es muy importante romper este esquema del carrusel. El gran responsable de todo este desgobierno y de todas las tropelías y bestialidades que se vienen cometiendo en Pedro Castillo y las condiciones para su vacancia están dadas.
Que la oposición, la ciudadanía y los medios no se distraigan con el carrusel. Vamos a las cosas de fondo. Lo cierto es que se viene destruyendo al país y sus instituciones y aún estamos a tiempo de impedirlo.