JORGE B. HUGO ÁLVAREZ
En el campo de las libertades se logra el mejor espacio para el desarrollo espiritual e intelectual de ciudadanía, porque donde no hay ciudadanía, no hay crítica. Entonces, la democracia debe ser salvada de los intentos golpistas de un lado, y del otro, en esa idea perversa de cerrar el Congreso de la República.
En lo esencial, se debe garantizar el ejercicio real de nuestras libertades, nuestra creatividad y la expresión de nuestra mismidad. Esta línea esencial que caracteriza a la democracia entendida como un sistema de libertades y tolerancia, no puede ser socavada por pendejetes de la extrema izquierda o la extrema derecha.
No obstante, son fuertes los rumores sobre conspiraciones contra la democracia. Está en marcha un escenario propicio para tales propósitos: Paros, caos, incertidumbre, alza de precios de productos de primera necesidad, dólar especulativo, bravateadas de uno a otro lado, cambios castrenses, etc. Una realidad de estos despropósitos que parecería estar más cercanas y, más alejadas de las meras especulaciones.
Sólo los bellacos de sólido azul se frotan las manos dibujando en sus rostros esas miserables muecas de gozo cuando generan caos, desconcierto y desgobierno. “La libertad Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra, ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida” (II, cap. LVIII, p. 792).
Frenéticas frases del genial don Miguel de Cervantes Saavedra, el ingenioso hidalgo. En esta línea de reflexión, me propongo señalar que hay algo de locura sana en la idea de la justicia social y una locura perversa por parte de quienes se oponen. El tríptico clásico, vivir honestamente sin corrupción, consolidar una economía social de mercado auténtico y un camino saludable de industrialización para el país, no es algo que pueda dañar a nadie.
Todo lo contrario, son convenientes, porque las mismas libertades de oportunidades son suficiente para salir de la pobreza generando riqueza. En contrapartida, un modelo económico de exclusión, mercantilista, con oligopolios y monopolios, rentistas, poco diversificado y de poco valor agregado, de grandes corrupciones, etc. no es algo que, precisamente, es bueno.
Los países nórdicos son ejemplo de un Estado de bienestar para todos. Son ricos porque se han industrializado diversificando su producción con mayor valor agregado, nosotros no.
Entonces, cuando los conspiradores sueñan con destruir la democracia, sueñan con quitarnos nuestro futuro de un país próspero, industrializado, culto y de bienestar social. Nuestra Nación ya no soporta la pobreza. Debe entenderse que países ricos exportan productos manufacturados con mayor valor agregado. Los países pobres, materias primas.
El pueblo, debe aislar y sancionar a los enemigos de la industrialización de nuestra Nación. Pues Sancho, a santo de qué debo soportar a esos bellacos que quieren destruir nuestra democracia. O los demócratas nos entendemos o los demócratas perecemos.
(*) Abogado penalista y analista político.