El delantero Gareth Bale no juega con el Real Madrid desde el 28 de agosto. Tres partidos, 105 días de baja, más líos…
La situación de Gareth Bale en el Madrid era muy difícil de remontar, pero al menos tenía la oportunidad de maquillar la sensación de que lleva años siendo un lastre deportivo para el equipo y económico para el club. El héroe de Kiev y protagonista de otros muchos grandes momentos del Madrid triunfal de las cuatro Champions en cinco años, no está en el pedestal en el que el madridismo coloca a otros compañeros de éxitos: Kroos, Modric, Ramos, Benzema, Marcelo, Casemiro, Varane, Cristiano y Carvajal.
La situación era irreversible. Seis meses después de su regreso, las estadísticas del galés son desoladores: tres partidos jugados de 27, 193 minutos, un gol, 105 días de baja y sin jugar con el Madrid desde el 28 de agosto. Asimismo, el galés regresaba haciendo borrón y cuenta nueva con un Ancelotti que le dio confianza y lo puso a jugar desde el primer momento. Fue titular en los tres primeros partidos (Alavés, Levante y Betis) y marcó un gol hasta su ‘desaparición’.
Después, Bale se lesionó el 11 de septiembre y estuvo 63 días de baja, para reaparecer con Gales en noviembre y volverse a lesionar. Otros 28 días de baja hasta su convocatoria en el derbi. Luego fue uno de los contagiados en el brote de Covid en el Madrid antes del parón navideño y al regreso de la minivacaciones ha estado trabajando al margen del equipo por unas molestias. En definitiva, hoy cumple 131 días sin jugar con el Madrid.
Es el triste final de Bale, al que le quedan seis meses en el club blanco.