ÁNTERO FLORES- ARÁOZ
Aunque el tema lo he tratado hace un buen tiempo, ante la perseverancia en el error del anterior Congreso, que podemos calificar como necedad, bien vale la pena insistir.
El tema de la demarcación territorial del Perú se ha puesto nuevamente en foco de atención ciudadana, al haberse publicado la Ley 31036, mediante la cual se declara “de interés nacional y necesidad pública la creación del distrito de Andrés Araujo Morán” en Tumbes.
¿Con esa ley, tenemos ya un nuevo distrito? No señor, es una más, de las cientos de leyes declarativas, que después tendremos que hurgar en los archivos legislativos para derogarlas, pues simplemente no ordena absolutamente nada, colisionando con la propia naturaleza de las leyes que deberían ser mandatorias.
Nos preguntamos ¿Qué interés nacional existe para la supuesta y futura creación de tal distrito? La respuesta es simple, ninguno, pues a usted querido lector no le interesa tal creación territorial, que quizás pudiere atraer a algunos lugareños, pero no al país en su conjunto.
Igualmente nos preguntamos ¿Cuál es la necesidad pública en el aun no nato distrito? La respuesta es también negativa, Podría haber interés público en la creación de un puerto, quizás de alguna aduana o determinado puesto de control migratorio fronterizo, pero tener un distrito más es un despropósito.
Entiendo que haya parlamentarios que irresponsablemente hicieran ofrecimientos de campaña, con el fin de ser elegidos al Congreso, pero por lo menos tendrían que haber leído la Constitución, y ojo, digo solo leído, pues probablemente ignoren su significado y contenido. Ella confiere la facultad de iniciativa legislativa en la demarcación territorial, únicamente al Poder Ejecutivo. Por lo demás, la creación de cualquier provincia y distrito originará mayor gasto público, y los congresistas carecen -felizmente- de iniciativa de gasto.
Entonces, para que su ignorancia no sea demasiado llamativa, presentan proyectos en que, sin crear provincias ni distritos, por no corresponderles, solo intentan la aprobación de leyes declarativas, señalando que es de interés nacional y de necesidad pública, la creación de la nueva provincia o distrito.
Como vemos, no se creó absolutamente nada, es una estafa normativa, pero dejará la expectativa en la población de que en algún momento la nueva demarcación existirá y, como no se hará ello mientras no se acredite desde el Ejecutivo su conveniencia, la sostenibilidad fiscal y equilibrio presupuestario, probablemente tendremos un nuevo foco de conflicto social, innecesario y predecible.
La proposición legislativa fue presentada en el anterior Congreso, quien la aprobó, el Ejecutivo tuvo el acierto de observarla y, el nuevo Legislativo insistió en su aprobación y fue promulgada. Bueno pues, ya contamos con una nueva ley irrelevante, aunque no inocua, pues repetimos, podría generar protesta focalizada para que la mentira se transforme en realidad. Actualmente, entre provincias y distritos, tenemos una demarcación territorial de aproximadamente 2,000 localidades, propiciando mayor gasto que el necesario y una insoportable fragmentación administrativa,
Ojalá alguna de las autoridades habilitadas para interponer acción de inconstitucionalidad, lo haga prontamente, para expulsar de nuestra legislación la mencionada ley irrelevante.