Los sargazos también pueden hallarse en Perú, Sudáfrica o Australia
Los gigantescos bosques de algas de la Patagonia chilena resisten al cambio climático, lo que alienta la esperanza de que puedan mantener su importante rol en la mantención de la biodiversidad en esta rica zona del planeta.
Al igual que en la superficie, bajo el mar existen extensos bosques constituidos por algas. En la región de Magallanes, en la Patagonia chilena, crecen gigantescos bosques de Macrocystis pyrifera, comúnmente conocidos como huiros, sargazo o calabacillo.
Considerado como uno de los organismos vivientes más grandes del planeta -pueden llegar a medir hasta 90 metros-, estos bosques de huiros brindan refugio y son sitios de reproducción y alimentación para una gran cantidad de especies, crustáceos, moluscos, peces, algunas variedades de gusanos marinos y de la apreciada centolla, entre otras.