Para su producción se usa 1,5 millones de veces menos de tierra y 15 mil veces menos de agua que el proceso habitual para producir carne animal
Lisa Dyson y John Reed son dos investigadores de la Universidad de Berkeley. Ellos quieren combatir el cambio climático y quieren hacer desde la alimentación. Para ello han ideado una manera de crear carne falsa a partir del aire.
Su idea no nació de la simple fantasía, sino que está basada en un intento real. En la década de los 60, la NASA comenzó a plantearse qué podía hacer para alimentar a los astronautas en misiones espaciales de larga duración. Una de sus ideas era combinar microbios con el dióxido de carbono que expiraban los astronautas para hacer comida.
La idea de la agencia espacial nunca prosperó, pero fue el punto de partida para que los dos científicos pudieran comenzar su idea de crear carne a partir del aire. Siendo más precisos, a partir del dióxido de carbono que hay en el aire.
Dyson y Reed no trabajan solo, ellos se han aliado con Kiverdi, una empresa que usa dióxido de carbono reciclado para crear alternativas al aceite de palma, pero basado en microbios. De esa alianza nace su startup llamado Protein Air.
El procedimiento para crear esta carne falsa es la siguiente: se cultiva microbios hidrogenotróficos en tanques de fermentación. Luego, se los nutre con una mezcla de oxígeno, dióxido de carbono, minerales, agua y nitrógeno. El resultado de ello es una harina rica en proteínas que tiene una composición de aminoácidos similar a las proteinas de la carne. A partir de ahí una serie de «técnicas culinarias dan las distintas texturas que buscas» en esos filetes de carne o pescado.
Los científicos señalan que el procedimiento usa 1,5 millones de veces menos de tierra y 15.000 veces menos agua que el proceso habitual para lograr carne animal. Dyson promete que su tecnología «no solo nos permite ser eficientes en costes desde el principio, sino tener una estructura de costes que continúa reduciéndose».
El startup ya ha recibido un financiamiento de 30 millones de dólares. El futuro dirá si tendrán el éxito necesario y si es que pronto la carne creada a partir del aire será una opción para todos