Con esta decisión, Sinaloa se convierte en el séptimo estado en México en acogerse a no perseguir la interrupción voluntaria del embarazo.
La lucha de México en los derechos reproductivos se ha ganado el 8 de marzo por una nueva batalla. El Congreso del Estado de Sinaloa ha aprobado la despenalización del aborto hasta las 13 semanas de gestación. Gracias a esta Ley, permita el embarazo de acuerdo con los criterios del Tribunal Nacional de Justicia Suprema (SCJN), registrado en la propuesta en septiembre del año pasado, Sinaloa participó en otras seis personas en un país, no implementan la Corte al menos en los primeros tres Meses para las mujeres que decidan romper.
Los estados tienen correctamente, siguen siendo una minoría, siete grupos tienen 32 territorios federales, pero la voz mantenida en la tarde de este tercero en Culiacán es otro paso. «Nunca es una mujer en prisión tomar una decisión de interrumpir su embarazo», lo dijo en su red social la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, una de las autoproclamadas líderes de la Cuarta Transición que más ha aportado a este debate.
Con 28 votos a favor, 2 en contra y 9 abstenciones, Sinaloa siguió el camino de la Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Baja California y Colima. La interrupción del embarazo relacionada con una violación está permitida en otras partes del país, en algunos casos por razones como la supervivencia fetal, la salud materna y la pobreza extrema.
Cuando se discutió la iniciativa en el cabildo local, Nela Rosiely Sánchez, secretaria ejecutiva y representante del partido oficialista Morena, afirmó que la penalización del aborto “es una forma de violencia en razón de la agencia de género” porque las mujeres tienen prohibido demandar. practicar en secreto.
Detrás de los abortos descontrolados en Sinaloa, como contó el propio Sánchez Cordero en un debate reciente, hay una cifra muy preocupante: unos 1,500 al año. La seguridad de las mujeres fue uno de los objetivos que llevaron a la decisión de la Corte Suprema sobre el caso. Si bien, de hecho, el fallo de la Suprema Corte de Constitucionalidad solo revisó el código penal en el estado norteño de Coahuila, sentó un precedente obligatorio para todos los tribunales mexicanos. El presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, saludó la decisión al publicar una foto de la mujer con un pañuelo verde, símbolo del feminismo, levantando el puño.