El “bio hacker” ya cuenta con 32 incrustaciones en su cuerpo.
Patrick Paumen es un “bio hacker” que recientemente se ha incrustado un chip para realizar pagos sin contacto en su piel. Ahora ya cuenta con más de 30 sistemas implementados bajo su cuerpo, entre los que se incluyen algunos para abrir puertas e imanes.
Un “bio hacker” es aquel que hackea su cuerpo, añadiéndole nuevas funciones que originalmente no tiene. En ese extraño rubro, Paumen es uno de los pioneros. A sus 37 años, este bio hacker ya cuenta con 32 sistemas incrustas en su cuerpo. Paumen señaló a la BBC que el procedimiento para colocar este microchip de pago sin contacto en su cuerpo “duele tanto como si alguien pellizcara tu piel”.
Esta tendencia por hackear el cuerpo no es algo reciente. Esta actividad se inicia experimentalmente en 1998. Aquel año, el profesor Kevin Warwick pasó a la historia por ser el primer ser humano en implantarse un chip en el cuerpo.
Con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, la apertura por colocarse chips dentro del cuerpo ha ido creciendo. Por ejemplo, más de la mitad de los ciudadanos del Reino Unido y la Comunidad Europea consideran implantarse un chip para pagos.
Con respecto a los riegos que esto represente para la salud, Paumen sostiene que no debería ser algo de lo que preocuparnos. Debido a que convivimos con esta tecnología por muchos años mediante llaveros o tarjetas, su daño a la salud sería casi inexistente.
Sin embargo, aún existe preocupación por la cantidad de información que pueda alojar un chip sobre nosotros. Además, los temas de privacidad y seguridad para que estos añadidos no puedan ser vulnerados es otro tema para considerar.