Otros cinco militares de Colombia resultaron heridos y uno continúa desaparecido.
El problema no da tregua en Colombia. 6 militares fallecieron luego de un ataque con explosivos lanzado por miembros del Clan del Golfo, una banda de tráfico ilegal de drogas, cuyo líder, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, ha sido capturado en 2021. El atentado ocurrió en región rural de Frontino, un municipio situado en el occidente de Antioquia, una vez que los militares se desplazaban en un transporte al salir de un operativo. Otros 5 militares resultaron lesionados y uno más continúa desparecido.
“Después de desarrollar una operación militar contra el Clan del Golfo en la que es muerto uno de aquellos terroristas, capturado otro y sometido a la justicia otro; una vez que se hacen los actos urgentes y la debida diligencia, las unidades permanecen saliendo del área, uno de los vehículos en los cuales se movilizaban es perjudicado por la activación de un aparato explosivo improvisado”, afirmó a medios locales el comandante de la Séptima Separación del Batallón, el general Juvenal Díaz.
Díaz añadió que es una retaliación pues les permanecen “afectando los corredores de movilidad y el comercio del narcotráfico” y afirmó que aquel conjunto armado ha estado reclutando a excombatientes de las FARC, que no se acogieron al Consenso de Tranquilidad y que poseen vivencia en explosivos.
El sector donde ocurrió el ataque es famoso como el “cinturón de occidente” y, conforme con la Defensoría del Pueblo tiene una postura geoestratégica para los conjuntos armados ilegales. Ahí operan el Clan del Golfo y el frente de Guerra Occidental del ELN. Este último “continúa siendo un componente de amenaza en municipios como Urrao y Frontino. No obstante, no se puede sustentar que tengan control militar del área, sin embargo, sí su predominación armada por medio del desplazamiento de compañías móviles”. La existencia más intensa es del Clan del Golfo que hace “controles” a la población.