Tendrían lugar en 3 escenarios y culparían a rusos, denuncia jefe de defensa radiactiva de Rusia
El jefe de las Tropas de Defensa Radiactiva, Química y Biológicas de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kiríllov, denunció el sábado que Estados Unidos (EE.UU.) prepara una provocación relacionada con el uso de armas biológicas, químicas o nucleares en Ucrania, con el objetivo de culpar a las fuerzas rusas.
“Ahora para culpar a la Federación de Rusia se planea usar tres variantes de escenarios”, indicó Kiríllov.
Según el funcionario, la primera variante más probable de que se ejecute consiste en “un incidente escenificado de falsa bandera”. El militar detalló que se planea usar realmente armas químicas y biológicas que dejarían víctimas entre civiles.
Envenenamiento
“El envío de antídotos de sustancias tóxicas a Ucrania confirma que es alta la probabilidad de que tenga lugar un montaje de ataque químico. Solo en 2022 Estados Unidos envió más de 220.000 ampollas de atropina [medicamento que se usa en el tratamiento de envenenamiento con sustancias tóxicas)”, explicó.
De lo contrario, se busca escenificar “un sabotaje por parte de Rusia” en instalaciones Ucranianas. A esto agregó que es posible que acciones de este tipo se realicen en infraestructura química y biológica de Járkov y Kiev.
Cargamento explosivo
No obstante, el directivo castrense no excluyó que puedan llevarse a cabo en la central nuclear de Zaporozhie. “De esta manera, el 21 de abril, un convoy de 10 coches con una carga peligrosa que se dirigía a una central nuclear fue detenido en un puesto de las tropas de la Guardia Nacional y enviado de vuelta a la ciudad de Zaporozhie”, insistió.
Según el militar ruso, Estados Unidos es el único país adherido a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas que hasta ahora posee grandes arsenales de agentes tóxicos de uso militar.
Además, es esa nación, hasta la fecha, la única a nivel mundial que empleó los tres tipos de armas de destrucción masiva. En cambio, Rusia, destruyó completamente su arsenal químico en septiembre de 2017, algo que fue confirmado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).