Se debe tratar de construir un país moderno, incremento de la productividad y recuperación de los sectores económicos (PBI).
Sin embargo, seguimos de cajeros, el déficit fiscal 2022 está proyectado en -2.5% del PBI según las proyecciones 2022-2025 del MEF; no ha habido una reestructuración del gasto del presupuesto público, con las reasignaciones, los recortes radicales y necesarios que se debe efectuar de los gastos improductivos, no se utiliza al planeamiento como herramienta de gestión gubernamental y se acusa a los Gobiernos Regionales y Locales de no tener capacidad para ejecutar su presupuesto. Al Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) no se le utiliza en las decisiones macro del país.
Se debe considerar que estamos en un proceso de descentralización donde no se puede retroceder y por el contrario se deben dar pautas y acciones estratégicas de que hacer para el mediano y largo plazo.
El consumo se ha desacelerado y la inversión ha descendido, los sueldos están bajos, se paga menos del sueldo mínimo, la informalidad del empleo y el desempleo han crecido, la inflación puede llegar al 10% y la calidad de vida se ha desmejorado.
La reforma del Estado no se efectúa, por tanto, se debe reformular su rol y darle una responsabilidad central en la creación de mercados al interior de las regiones. Se requiere invertir en infraestructura y entender la economía desde el vínculo entre geografía y demografía.
Hay mayor pobreza y pobreza extrema consecuencia del covid, hay conflictos sociales, difícil acceso a servicios básicos, la población no tiene contacto con el Estado y si lo tiene, lo ven como un enemigo (Policía, Ministerio Público y Poder Judicial), los servicios de Salud Pública, viven alejados de la realidad; la precariedad del mercado laboral crece.
Se debe cambiar la visión política del Estado para que se preocupe del ciudadano, proteja sus libertades y derechos.
El Estado debe contribuir a la expansión y creación de mercados con inversión privada, por ejemplo, en infraestructura para conectar la economía con la geografía. El financiamiento para la creación de mercados, estos no se pueden crear ni expandir sin inversión, uno de los efectos graves del modelo económico se viene dando en el mercado laboral, que no genera oportunidades de empleo suficientes y adecuados, sino de baja calificación y productividad. El modelo económico, ha generado un sistema laboral que no beneficia al ciudadano, los mercados requieren regulación estatal para evitar la discriminación.
La relación entre Estado y empresa debe reformularse. Hemos crecido sin la visión de protección del ciudadano. La lógica de pensar en la persona no ha sido prioridad. Si un país solo prefiere el crecimiento del PBI, se descuidan otros temas: los derechos ciudadanos, ¿Cómo se redistribuye la riqueza? ¿No hay políticas coherentes a mediano y largo plazo para aminorar la desigualdad?
Para no caer en el paternalismo del chorreo o en programas asistencialistas, tiene que haber una regulación estatal.
No tenemos una planificación estratégica para cerrar las brechas ahorro – inversión, ni gastos – ingresos entre otras, ni plan de prevención con visión de futuro para eventos exógenos, ni para generar un crecimiento de la economía mayor al 4.5% en el PBI.
(*) Economista
