La situación de gas actual en Alemania es grave debido a que tenían propuesto abandonar el combustible en 2030.
El régimen de Alemania ha decidido reactivar sus antiguas plantas de carbón, combustible que había prometido renunciar a anterior a 2030, frente a el peligro de falta de abasto energético por la invasión de Rusia en Ucrania, según ha confirmado este domingo el ministro de Economía y Energía, el verde Robert Habeck. El territorio deja a un lado su objetivo de descarbonización para afrontar a la coyuntura de hoy, en la que corre el peligro de un corte del abastecimiento de gas procedente de Rusia. El tamaño, que busca agilizar la reducción de su de hoy dependencia energética de Moscú y posibilita al territorio germano asegurar de alguna forma su abastecimiento eléctrico, contrasta con el cierre de sus últimos reactores nucleares.
El territorio deberá incrementar la quema de carbón, dijo Habeck. La finalidad es afrontar a la restricción de Moscú. La compañía de gas rusa Gazprom hizo saber el pasado 15 de junio que estaba disminuyendo los suministros por medio del gasoducto Nord Stream 1 por causas técnicas, alegando que hubo retrasos en la compostura de las turbinas del compresor por la compañía alemana Siemens Energy.
Alemania fue objeto de intensas críticas en el pasado, especialmente de Estados Unidos, por su dependencia de las fuentes de energía rusas baratas, que Washington constantemente ha observado como un peligro para la estabilidad del continente europeo. “Para minimizar el consumo de gas, se debería utilizar menos gas para producir electricidad. En su sitio, se van a tener que utilizar más las centrales eléctricas a carbón”, dijo el Ministerio de Economía en un reportado.
Al comenzar la presente legislatura, el régimen de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales se planteó apurar el calendario para el adiós al carbón, previsto para 2030, empero ya anticipó en mayo que puede ser primordial extender el lapso de actividad frente a la crisis energética.
