Por sus restricciones a pagar con dólares y euros, Rusia no había atendido estos reclamos.
La última vez que el Rusia había dejado de costear sus deudas con el extranjero ha sido a lo largo de la Revolución Rusa, una vez que los bolcheviques se negaron a reconocer las obligaciones del zar en 1918. Bastante más de un centenar de años y el derrumbe de la Alianza Soviética luego, el régimen de Vladímir Putin ha incurrido en una totalmente nueva suspensión de pagos más simbólica que positiva, puesto que el país ya fue marginado por parte importante de los mercados financieros mundiales a partir de que inició la ofensiva sobre Ucrania y, con ello, una avalancha de sanciones.
Este domingo finalizó el lapso de gracia de unos bonos que el Kremlin no pudo regresar por las limitaciones para operar con dólares y euros que atenazan al país ya hace 4 meses, según reveló la agencia de Estados Unidos Bloomberg. “Las Bolsas se hallan con un escenario exclusivo donde el deudor en suspensión de pagos tiene la voluntad y los recursos para costear, sin embargo, no puede”, recalcaba el medio.
Hablamos de sendos bonos con vencimientos en 2026 y 2036, por los que los inversores esperaban recibir 71,2 millones de dólares y 26,5 millones de euros. Según informa Reuters, Moscú habría intentado transferir el dinero a fines de mayo, empero ciertos acreedores de Taiwán no han recibido el dinero.
Rusia ya había suspendido pagos con los acreedores rusos en la crisis de 1998, empero jamás con los inversores foráneos a partir del golpe bolchevique. Sea como sea, su ingreso a los mercados ya estaba bastante reducido ya hace meses.
Ejemplo de eso es que ni una de las 3 gigantas agencias de calificación de peligros, Moody’s, S&P y Fitch, han anunciado la suspensión de pagos ya que estas firmas han suspendido todos sus negocios y sus estudios de la nación y de sus organizaciones a partir de marzo, una vez que la Unión Europea prohibió esta clase de ocupaciones con Rusia.