¡Que vergüenza! Real Madrid No se trata de una pobre actuación dentro del campo de fútbol, aunque las ha habido varias últimamente, sino de fuera del campo precisamente.
Soy hincha del Real Madrid desde hace más de 40 años y admirador de muchos de sus jugadores, entre ellos de Emilio Butragueño. Y debo decir que hace dos días con su actuación en apoyo del terrorismo se me cayó el “Buitre”.
No sé si lo hizo con anuencia de la Directiva o por iniciativa propia, pero lo que hizo puede significar incluir un sentimiento antisemita, ignorancia o sacrificar principios en apoyo de Qatar, uno de los sponsors del Real Madrid y uno de los países que apoya más decididamente el terrorismo internacional junto con Irán. O todas juntas.
Para mayor entendimiento del lector incluyo el artículo escrito por Jacob Israel, Director de Unidos con Israel como sigue:
“El Real Madrid deja de ser Real”
Por Jacob Israel
EL REAL MADRID DEJA DE SER REAL
“El Real Madrid, uno de los equipos más laureados de la historia, más condecorados y más ejemplares, dejó ayer de ser Real, y pasó a ser otra cosa. Una organización que da muestras de apoyo al odio más recalcitrante de Oriente Medio, al terrorismo más disfrazado, y a la nueva forma de hacer antisemitismo. Todo eso, con una simple foto. Un error de enormes dimensiones que mancha una historia de éxito, de humildad y de valores. Hasta ayer.”
“A estas horas el Real Madrid no ha ofrecido explicaciones ni disculpas, y ninguna cabeza ha rodado en el Club después que el director de relaciones institucionales del club, Emilio Butragueño decidiera publicar una foto de éste junto con Ahed Tamimi, una activista violenta palestina, y humillar así a los millones de fans israelíes y judíos que siguen al Real Madrid, que sueñan con el Real Madrid y que sentían que el Real Madrid era parte de ellos. Hoy poco o nada queda de ello.”
“Para los que no estén familiarizados con el tema, Ahed Tamimi es una joven que ha estado durante ocho meses en la prisión israelí por pegar a soldados. A los que pegan no se les honra, se les condena. A los que apoyan el terrorismo no se les da tributo, se les persigue. A los antisemitas no se les blanquea, se les censura.”
“Tanto Ahed como el resto del clan Tamimi son conocidos por su actividad terrorista. Muchos de ellos con sangre en sus manos. Con mucha sangre en sus manos. Nizar Tamimi, tío de Ahed, asesinó a Jaim Mizrahí el 29 de octubre de 1993, justo un mes después de que el mundo celebrara la firma de los históricos Acuerdos de Oslo. Al parecer, mientras que el mundo lo celebraba, la familia de Tamimi pensaba lo contrario. Mientras que se otorgaban premios nobeles a los firmantes, el clan Tamimi decidió que la Paz no iba con ellos.”
“Ayer Tamimi posó con una camiseta del Real Madrid con el dorsal 9. ¿Quizá como homenaje a los 9 niños israelíes asesinados por su tía, Ahlan Tamimi, en el atentado de Sbarro en Jerusalem, aquel fatídico 9 de agosto del 2001? No. A estos se los escupió. Se los volvió a matar. A los asesinos, además de recibir un estipendio de 294,332$ por parte de la Autoridad Palestina por haber asesinado a judíos, ayer recibieron un premio que solo alguien muy indecente lo podría otorgar.”
“Tanto la homenajeada como el resto de clan merecen la mayor de nuestras condenas, y no fotos ni homenajes. Ayer el Real Madrid Club de Fútbol homenajeó el terrorismo palestino. Homenajeó a los asesinos de Hemda, de dos añitos, de Abraham de 4 años o de Yojebet de 8.
Como muy bien dijo nuestro Embajador, “Ahed Tamimi no es una luchadora pacífica sino una defensora de la violencia y del terrorismo. Las instituciones que la recibieron y festejaron alientan indirectamente la agresión y no el diálogo y el entendimiento que necesitamos”.
De Tamimi nos esperamos todo. Defienden el terrorismo. Del Real Madrid y de sus valores esperábamos más. Ahora lo único que podemos esperar es una rectificación.
Cobardes, hipócritas y antisemitas serían de no hacerlo. El partido aún no ha terminado.”
Como hincha me siento avergonzado. Como Judío me siento ofendido, vejado e insultado y como persona entristecido por ver como se sacrifican valores a cambio de no se que prevendas.
Por Azi Wolfenson