Antaño, siempre esperábamos en el país durante las fiestas patrias, la llegada de grandes circos del extranjero (Bismark, Tropicana, Ringling Brothers etc.), que daban la alegría a las vacaciones de colegio en julio con actos espectaculares que llamaban la atención a toda la sociedad peruana y especialmente a la limeña.
Y justo ahora en este esperado mes, donde termina el Bicentenario del Estado Nación, tenemos un solo circo implantado hace casi un año por el hombre del sombrero y toda su camarilla de malabaristas delincuentes que verdaderamente dan vergüenza.
Con el mayor descaro han realizado ante las autoridades competentes y ante el mundo los siguientes actos: Un fraude electoral bien asolapado y avalado por la OEA, un récord mundial de nombramientos de diferentes ministros, sin tener los atributos necesarios que manda la ley, unos más ineptos que otros y en un relevo sistemático para ir copando todos los niveles técnicos de las diferentes carteras del estado.
Con el agravante de no atender las prioridades del pueblo en las áreas de salud, seguridad, trabajo, educación, descuidando además los sectores más importantes del país que sustentan nuestra economía de hoy y del futuro como son, la minería, el agro, la pesquería, el turismo y el transporte entre otros.
A causa de lo anterior, propiciando el caos a nivel nacional con la respectiva repercusión internacional del descrédito y desconfianza en un país que anda a la deriva en todo sentido, al punto de convencer al propio congreso y allegados que vivimos en un país en democracia donde las Fuerzas Armadas y Policía Nacional creen que no son deliberantes ante esta desastrosa situación que vive el país y se escudan en no actuar porque así lo ordena la Constitución.
Sin embargo, desde hace mucho tiempo los que no cumplen con la carta magna en forma flagrante son casualmente Pedro Castillo y su circo, quienes actúan disque en democracia.
Díganme si no es para reírse lo que hace con plena libertad esta mafia, comunista, maoísta continuación de sendero luminoso vinculada al terrorismo y narcotráfico, que incluye también a toda su familia en los hechos comprobados, como las tesis falsas, los 20 mil dólares encontrados en el baño del Palacio, la injerencia en los ascensos de las FFAA y PNP, con el objetivo de ir armando sus cuadros dentro de estas instituciones.
Asimismo, con los contratos dolosos de Petroperú con la intervención de sus sobrinos y ex ministros con la finalidad del enriquecimiento ilícito, todos con órdenes de captura, la mafia de los dinámicos del centro, y las vinculaciones de la esposa y ahora cuñada relacionadas también en actos delictivos.
También con la operación del narcotráfico en Cajamarca donde ya no solo es coca sino también amapola, y claro, todo protegido por su fuerza de seguridad delincuencial, los Nuevos Ronderos, gente criminal totalmente desadaptada al servicio del sombrero, con el objeto de establecer zonas liberadas donde se desconoce la autoridad del estado.
Todo esto frente a un Poder Judicial que no actúa con la rapidez necesaria dando la impresión que quisieran eximirse de su responsabilidad y que no tienen punto de comparación con los Ronderos y Comités de Autodefensa de los años 90, quienes fueron preparados entrenados y equipados por nuestro Glorioso Ejército a través de un programa de instrucción completa, con el aval político respectivo de la época y cuyo accionar al lado de nuestras FFAA y PNP repercutieron grandemente en la victoria militar contra Sendero Luminoso y el movimiento Túpac Amaru.
Ahora como si fuera poco, para cerrar la última acrobacia del engaño, su primer ministro le falta el respeto a nuestras FFAA y PNP, afirmando que ojalá estas fueran como sus Ronderos actuales, ante el secuestro de los periodistas de América TV y la tortura de mujeres, para recibir solo cartas de protesta por parte de algunas entidades públicas solicitándole que se rectifique ante tales agravios.
Pero es obvio que el circo sigue funcionando con la finalidad ad portas de cerrar el congreso, mientras que el pueblo que es el que más sufre clama, “MILITARES, MILITARES, DONDE ESTAN LOS MILITARES” y es que no necesitamos un Golpe de Estado clásico, sino solo que nuestras FFAA y PNP le quite la confianza al Sombrero y el Circo se cierra inmediatamente.
Lo que llama la atención es que todos creen que vivimos en democracia y expresan que hay que salvarla y se equivocan, no hay democracia en este país, hay que instaurar urgente un gobierno cívico militar, legislar primero, eliminar toda la lacra y recién ahí establecer una nueva democracia que tenga futuro, caso contrario el país seguirá ingobernable, esa es la pura verdad y estamos advertidos.
(*) Teniente General FAP en retiro