Uno de los productos básicos de la mesa ha llegado a costar hasta 7 soles el kilo.
Anualmente, un peruano promedio es capaz de consumir 90 kg de papa, pues este producto es uno de los más importantes en nuestro país; sin embargo, está siendo uno de los que aumenta de precio.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) indicó que este tubérculo llegó a subir un 22%, lo que implica que en los mercados se venda hasta un promedio de 7 soles el kilo. «La papa amarilla te sale a 6 soles por saco las medianas y las grandes a 6.50, aquí estamos vendiendo a 7 soles el kilo. La papita huayro allá por saco está 4 soles 20 y aquí está 5 soles», comentó una vendedora mayorista.
Sin opciones
En base a información brindada por la Empresa Municipal de Mercados de Lima (EMMSA), solo en este 2022 el kilo de papa amarilla subió 131% pues en enero el precio de la papa amarilla era de S/ 1.98 el kilo y este mes ya se vende a S/ 4.55 en los mercados mayoristas.
Muy aparte, otra variedad de papas han subido entre 108% y 134% en lo que va del año. Por ejemplo, la papa canchán, una de las más consumidas, subió de S/ 1.04 a S/2.43 el kilo a nivel mayorista, lo que implica un incremento de 134%.
«Todo esto es por incapacidad del ministerio de agricultura»
El presidente de esta corporación, Freddy García, indicó que esta alza se debe a que cosechar este producto en las chacras hoy es más caro. «Ha subido por el elevado precio de los fertilizantes, a ello se suman los agroquímicos, la mano de obra, maquinaria, todo ha subido. Los más perjudicados son los consumidores, todo esto es por incapacidad del ministerio de agricultura y del gobierno central, por no tomar las medidas adecuadas y estar paseando a los agricultores con esto del bono de los fertilizantes», recalcó.
Ante la obvia crisis de urea, no solo la papa se ve afectada, sino también productos como la maracuyá y el limón. Por parte de Freddy García, indica que ahora los agricultores les cuesta un promedio de 20 mil soles producir una hectárea de papa, razón suficiente para dejar de sembrar un 10% de los cultivos que se tenían de este tubérculo.