Recibió S/1 millón de constructora brasileña para campaña contra revocatoria y en agradecimiento entregó S/ 160 millones en obras.
Hace unos días, el alcalde de Lima, Luis Castañeda, afirmó que la exalcaldesa Susana Villarán es la responsable del incremento del peaje a S/ 5.70 por parte de la concesionaria Lamsac de la empresa brasileña OAS ello debido a una serie de incumplimientos durante su gestión en la Municipalidad de Lima.
La Contraloría General emitió un comunicado en el que señala que el alza de las tarifas no se ajusta al contrato firmado entre ambas entidades en el año 2009, durante la segunda gestión de Luis Castañeda. Vale decir que el incremento de tarifas es fruto de una negociación entre la constructora brasileña y la gestión de Susana Villarán que, según información proveniente de Brasil, recibió un millón de dólares para la campaña contra la revocatoria.
La acusación fiscal contra Susana Villarán por caso Lava Jato es contundente: en el esquema donde Odebrecht aportó 2 millones de dólares y OAS 1 millón de dólares, Villarán, después de salvarse de la revocatoria y en contraprestación, benefició a las constructoras brasileñas.
En efecto, el 31 de octubre de 2012, el Jurado Nacional de Elecciones convocó la revocatoria de Susana Villarán, y la consulta se produjo el 17 de marzo de 2013. En el transcurso de esos 5 meses, la gestión de la alcaldesa suscribió los siguientes acuerdos:
El 9 de enero de 2013 entregó mediante la fórmula de adjudicación directa –esto es, sin licitación ni concurso público– el proyecto Vías Nuevas de Lima (o Rutas de Lima) a la compañía Odebrecht. Se le entregó en concesión ingresos de 80 millones de soles anuales en peajes por 30 años.
Asimismo, el 13 de febrero del 2013, firmó una adenda para ampliar de 30 a 40 años la concesión Línea Amarilla a la empresa OAS, por 670 millones de dólares. De esta manera, se hacía de ingresos de peajes de la Vía de Evitamiento por 160 millones de soles anuales. Por ese faenón se incrementó las tarifas a S/ 5,70 soles.
La historia
El 12 de septiembre del año 2009, durante la gestión de Luis Castañeda, se firmó contrato con la empresa Lamsac, el cual contemplaba la construcción de un túnel por debajo del río Rímac, diez viaductos de seis kilómetros de defensas ribereñas y carriles para un Metropolitano que funcionaría en la Vía de Evitamiento y que integraría 11 distritos de Lima Este con el Callao.
Sin embargo, en mayo de 2011, sin esperar el plazo de tres años exigido por ley para revisar el contrato, la gestión edil villaranista suscribió un acta de reunión con Lamsac en el que acordaron modificaciones, en su mayoría de amplia desventaja para la comuna limeña.
Se refería a la eliminación del proyecto del Metropolitano, además de ampliar la concesión de 30 a 40 años sin estudio técnico previo; eliminar el nombre del proyecto COSAC (Nuevo Sistema de Transporte Público de Lima Metropolitano), así como la incorporación de viaductos en San Juan de Lurigancho y otras zonas del Centro Histórico de Lima por 20 millones de dólares.
En esa misma acta de Trato Directo acordaron que la única empresa que quedaría a cargo de construir las obras del futuro proyecto Río Verde sería OAS, la misma empresa brasileña que es cuestionada por estar vinculada en varios actos de corrupción que son materia de investigación en el caso Lava Jato.
Adendas
En el tiempo en que Susana Villarán enfrentaba el pedido de revocatoria; la entonces alcaldesa de Lima, el 13 de febrero del 2013, oficializó los cambios propuestos en el acta de 2011 con la suscripción de la Adenda Nº 1 al contrato de concesión.
Esta adenda nunca fue hecha de conocimiento al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), por lo que el contrato de concesión era ya irregular.
Además, que en ese mismo periodo, hasta el 4 de octubre de 2013, la recaudación por concepto de peaje fue superior a los 470 millones de soles, es decir, un negocio redondo para Lamsac.
En el documento presentado por Luis Castañeda Lossio a una comisión del Congreso se aprecia el acta de reunión del 20 de mayo de 2011, se ve la firma del entonces representante de OAS, Valfredo de Assis Ribeiro Filho, y por Línea Amarilla, André Glavina Bianchie; además del entonces gerente municipal, Miguel Prialé Ugaz, y Diego Ferré Murguía, como representante de la gerencia de promoción de la inversión privada.
La lluvia de millones en detrimento de Lima se concreta el 20 de octubre de 2014, cuando se suscribió el acta de cierre–trato directo entre la corporación edil y Lamsac. En ella reconocen los pagos a favor de la empresa concesionaria por los mayores costos incurridos en la reubicación de predios, así como los menores ingresos por concepto de recaudación debido al retraso en el inicio de la construcción del peaje.
Por estas modificaciones, la gestión de Susana Villarán reconoció el pago de 160 millones de dólares a favor de Lamsac como mecanismo de compensación por el incremento de la tarifa de peaje, que se daría a partir del 14 de diciembre de 2014 con el aumento de 50 céntimos sobre la tarifa vigente que ya venía cobrando.
Y en febrero del 2016, con otro incremento de 50 céntimos teniendo como base la tarifa de 4 soles más el reajuste tarifario correspondiente al del año 2015. Es decir, los limeños estamos pagando el faenón de Villarán.