Por Azi Wolfenson
Palestina siempre fue territorio judío: “Y le dijo el Eterno a Abram: Vete de tu tierra… a la tierra que te señalaré… y partieron en dirección a Canaan… y a tu simiente daré esta tierra”. (Genesis XII,1,5,7).
Israel cumplirá pronto 75 años de su renacimiento. Ocasión propicia para rendir homenaje a los más de 25,000 hombres y mujeres que dieron sus vidas en las guerras y operaciones de Israel y a los cerca de 5,000 ciudadanos que fueron asesinados en ataques terroristas y sobre los cuales los organismos de derechos humanos, las Naciones Unidas y Europa sobre todo se cuida mucho de mencionar.
Hagamos historia del nuevo renacer. A fines de Abril de 1920 en San Remo, Italia se convirtió en Ley internacional por el Tratado de Sevres y la decisión de la Liga de las Naciones la Declaración Balfour británica que reconocía los territorios denominados Palestina que no sólo ocupaban lo que hoy es Israel sino también Judea, Samaria y Jordania así como también los que estaban a ambas márgenes del río Jordán como Hogar del Pueblo Judío.
Los Aliados, países que derrotaron al Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, se reunieron en San Remo, Italia, para dividir el Medio Oriente. Se propusieron establecer nuevos países potenciales a través de un programa de tutoría llamado “mandatos”. Los árabes, ahora libres de los turcos, obtendrían Siria, Líbano y Mesopotamia (Iraq). Los judíos obtendrían “Palestina”. (Palestina era un ente judío en aquel entonces).
Palestina, (denominación geográfica inventada por el emperador romano Adriano, de territorios históricamente judíos, fue reservada para Hogar del Pueblo Judío, estableciendo el derecho legal, reconocido internacionalmente, del pueblo judío sobre los territorios de Palestina en ambas márgenes del rio Jordán, confirmando así su derecho histórico.
ACUERDOS DE SAN REMO
El lenguaje de la Declaración Balfour de 1917 se incluyó directamente en los acuerdos de San Remo: “[El] Obligatorio es responsable de poner en práctica la declaración hecha originalmente el 2 de noviembre de 1917 por el Gobierno de Su Majestad Británica, y adoptada por dichos poderes, a favor del establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío.”
El texto del Mandato es claro sobre el tema de la división de tierras: “El Obligatorio será responsable de velar por que ningún territorio palestino judío sea cedido o arrendado, o de ninguna manera puesto bajo el control del Gobierno de cualquier Poder extranjero”.
Representantes de Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Grecia y Bélgica, suscriptores de los Acuerdos de San Remo en 1920.
Esta decisión fue ratificada por unanimidad por 56 estados miembros de la Liga de las Naciones, y más tarde se convirtió en parte de la Carta de las Naciones Unidas, allanando así el camino para la tercera comunidad judía, renacida en su tierra ancestral después de 2000 años.
Sin embargo, esta ocasión trascendental, en la que la comunidad internacional reconoció y luego ratificó el derecho inalienable del pueblo judío a la Tierra de Israel por primera vez en la historia moderna, a menudo se olvida.
PROPUESTA DE LA ONU
En cambio, se desvía la atención a la transmisión por radio del voto de la ONU para la partición el 29 de noviembre de 1947, donde la Asamblea General de la ONU votó a favor de una resolución que adopte el plan de partición del Comité Especial de Palestina de la ONU (UNSCOP) de Palestina en judío y Estados árabes y por los cuales 33 estados votaron a favor, 13 en contra y 10 se abstuvieron.
Legalmente hablando, los dos eventos no se pueden poner en la misma escala. Los Acuerdos de San Remo fueron una ley vinculante, ratificada por los Estados miembros. Incluso Estados Unidos, que no era miembro de la Liga de las Naciones, tomó medidas para reconocer los acuerdos.
Por el contrario, el Plan de Partición de UNSCOP fue simplemente una resolución no vinculante, votada en la Asamblea General y no por el Consejo de Seguridad, y fue rechazada de inmediato por los árabes; en otras palabras, todo el ejercicio del voto del plan de partición fue nulo y vacío.
Basta leer el Plan de Partición de las Naciones Unidas, aprobado en noviembre de 1947 para constatar que no hay allí una sola mención de un Estado Palestino. El Plan menciona, numerosas veces, Estado Judío y Estado Árabe, ya que en esa época los árabes del lugar no se auto identificaban como palestinos.
UNA NUEVA ERA
De hecho, el Israel original, como lo reconoce el derecho internacional elaborado por San Remo, iba a ser un gran estado judío, rodeado de estados árabes recientemente liberados e incluso más grandes. Esa fue la visión.
En los tres años transcurridos entre San Remo y la ratificación de los acuerdos por parte de la Liga en 1923, los británicos utilizaron una escapatoria legal para despojar el 77 por ciento del mandato de una Palestina judía y dársela a los líderes del clan hachemita. Esta fue la creación de Trans-Jordán, que más tarde pasó a llamarse Reino de Jordania.
Durante muchos años, los defensores de la ONU nos han dicho que no hay paz en el Medio Oriente porque no hay Palestina árabe. Quieren que evitemos fijarnos de que el Reino de Jordania, creado en la tierra originalmente destinada al estado judío, es en realidad la Palestina árabe, creada 20 años antes.
LA OLP
La auto identificación de árabes como “palestinos” se originó recién en 1964 con la creación de la Organización de Liberación Palestina- OLP. Durante el mandato británico, que terminó en mayo de 1948 cuando Israel se declaró independiente, eran los judíos a quienes se les llamaba “palestinos”.
La llamada autoridad palestina rechazó la legitimidad del estado de Israel y desarrolló en su contra una lucha militar y terrorista. La Autoridad Palestina nace con un único objetivo de enriquecer a sus creadores. La manera de lograrlo era convencer a un grupo importante de árabes provenientes de Israel y radicados en los países árabes vecinos a declararse refugiados y de esa manera ser mantenidos con sus familias sin trabajar y a costillas de incautos países de las Naciones Unidas. Tarea no difícil por cuanto la oferta de ser mantenidos sin trabajar resultaba bastante atractiva. Lo que no se imaginaron fue que la mayor parte de los fondos iría a los bolsillos de las autoridades y ellos recibirían limosnas.
La Autoridad Palestina con su líder Yasser Arafat encontró gran acogida internacional y para afianzarse en el poder se armó hasta los dientes y no permitió que los refugiados disminuyeran sino al contrario infló sus cifras de manera de recibir cada vez mayores ingresos.
RECHAZO A ACUERDOS DE PAZ
Al mismo tiempo inició el reclamo de la constitución de un Estado árabe palestino basado en la partición de las Naciones Unidas, pero al mismo tiempo rechazando cualquier legitimidad para el Estado de Israel, negándose incluso a reconocer su existencia. Durante muchos años, levantó la bandera de la OLP de una lucha militar y terrorista contra Israel.
Además de planear décadas de terror sangriento en las calles de Israel, Arafat fue responsable de la devastación en todo el Medio Oriente, incluida una guerra civil en el Líbano (1975-1991) y el Setiembre negro de Jordania (1970). También lanzó el apoyo de la OLP a la invasión de Saddam Hussein a Kuwait en 1991.
Mas adelante, los palestinos respondieron a los intentos de Israel de implementar el Acuerdo de Oslo enviando oleadas de terroristas suicidas a las calles y autobuses de las ciudades de Israel, una violación flagrante de su compromiso con los acuerdos y una declaración clara de su rechazo a la idea de paz con Israel.
En la cumbre de julio de 2000 en Camp David, el primer ministro de Israel, Ehud Barak, le ofreció a Arafat una serie de concesiones de gran alcance como parte de un acuerdo de paz integral. A cambio, se le pidió a Arafat que pusiera fin al conflicto. La OLP rechazó sumariamente las propuestas israelíes y nunca ofreció una contrapropuesta.
En cambio, la Autoridad Palestina (AP) dominada por la OLP inició una ola masiva de violencia premeditada. La guerra de terror de Arafat (la llamada “Intifada de al-Aqsa”) no tenía paralelo en la escala y la implacabilidad de sus ataques terroristas contra civiles israelíes. Un total de 1,184 israelíes fueron asesinados.
TERROR SIGUE A LA RETIRADA
En agosto de 2005, el gobierno de Israel, llevó a cabo la evacuación unilateral de todas las aldeas israelíes de la Franja de Gaza y el norte de Cisjordania. En respuesta, los palestinos han estado lanzando misiles y cohetes contra ciudades y pueblos israelíes desde la Franja de Gaza durante años, algunos de los cuales llegan hasta Tel Aviv.
En lugar de utilizar la enorme concesión israelí como una oportunidad para lograr la paz, los palestinos la utilizaron para empoderar a las organizaciones terroristas respaldadas por Irán. En junio de 2007, Hamas tomó el control de la Franja de Gaza en un golpe violento.
Desde la toma de control de Hamas, las aldeas del sur de Israel han sido sometidas a una lluvia de cohetes y misiles sin parar. El número de cohetes, misiles y proyectiles de mortero disparados contra Israel desde Gaza desde 2007 es de decenas de miles.
Desde su creación, Israel ha anhelado la paz con sus vecinos palestinos y el mundo árabe en general. A través de los años se han presentado diferentes iniciativas que buscaron resolver el complejo conflicto y normalizar las relaciones en la región.
Sin embargo, durante demasiados años Israel ha sido víctima de la negativa palestina de negociar directamente con Israel. Los palestinos han puesto todos sus esfuerzos en la lucha diplomática contra Israel en los foros internacionales. Lo cierto es que esta lucha, como era esperado, no los ha acercado a su objetivo de autodeterminación ni los ha hecho avanzar un solo centímetro en lograr un Estado independiente.
Mientras hay algunos países árabes que han firmado recientemente acuerdos de Paz y colaboración con Israel señalando que el problema en el medio Oriente no es Israel, tanto USA como Europa presionan a Israel a hacer concesiones a favor de quienes no desean formar un Estado sino a seguir viviendo de los donativos internacionales que va a para a manos de unos cuantos dirigentes. Pero no sólo eso sino apoyan a un grupo de terroristas que bailaban en las calles cuando volaron las torres de Nueva York, grupo que se alegra con cualquier desgracia que les ocurre a los países de Occidente y que acaban de brindar su apoyo a Rusia en la guerra con Ucrania.
Definitivamente los palestinos o al menos sus líderes no quieren establecer su propio estado sino más bien quieren eliminar el Estado Judío y planean continuar subsistiendo con dinero donado por USA y los europeos. Si estos donantes no quieren ver la realidad y toman las medidas necesarias no habrá Paz de parte de los palestinos y el terrorismo internacional que alientan seguirá aumentando. Por otra parte, existiendo 50 estados musulmanes en el mundo, ¿puede alguien explicarme para qué necesita el mundo otro estado musulmán en detrimento del único estado Judío?