Constituye una intromisión en asuntos de competencia interna del Perú, señaló
El ex canciller aprista Luis Gonzales Posada rechazó el exhorto hecho por el presidente de México, Manuel López Obrador, demandando al Congreso autorizar el viaje de su homólogo Pedro Castillo a su país para asistir a una reunión de la Alianza del Pacífico.
Gonzales Posada sostuvo que hacer públicamente ese pedido constituye una presión política al Poder Legislativo y una intromisión en asuntos de competencia interna del Perú, que debe ser firmemente rechazada por la representación nacional.
Dijo que López Obrador pretende ejercer “tutelaje o padrinazgo político sobre Castillo”, recordando que hace un tiempo envió a Lima a un ministro y varios funcionarios diplomáticos mexicanos para proteger al mandatario peruano, quien, según sostuvo, le expresó que no quisieron permitirle entrar al Congreso y a Palacio de Gobierno con sombrero y que era víctima de manifestaciones racistas de señoras de alta sociedad”.
Todo eso fue falso, un cuento, agregó el también ex presidente del Legislativo y sostuvo que la representación nacional debe responder a esa política injerencista que vulnera principios básicos del derecho internacional
Gonzales Posada: hay una conspiración
De otro lado, opinó que el Gobierno logró «desacreditar» el trabajo realizado por el Congreso de la República y el Ministerio Público, luego que el Organismo de Estados Americanos (OEA) respaldará la activación de la Carta Democrática Interamericana solicitada por el presidente Pedro Castillo.
«Se ha sumado una conspiración organizada desde la Asamblea de la OEA en Lima«, señaló Gonzales Posada. «Lograron desacreditar al Congreso y al Ministerio Público. Los colocaron como dos organismos que están preparando un golpe de Estado (…) Ese fue su primer propósito.», agregó.
Como se recuerda el pasado jueves la OEA informó que enviará a un grupo de delegados para analizar la crisis política en el Perú luego de enfatizar su respaldo al Gobierno de Castillo.
Gonzales Posada opinó que si dichos funcionarios del organismo son «personas decentes» se darán cuenta que tanto el Legislativo como el Ministerio Público «han actuado de acuerdo a sus atribuciones constitucionales». «La OEA no puede ser una tapadera para la corrupción», aseveró.