Jefferson Farfán recuerda que despedirse del fútbol fue una de las decisiones más difíciles en su vida. “La Foquita” señaló que su lesión en la rodilla fue el principal motivo por el que ya no podía seguir compitiendo. En esta nueva etapa de su vida, espera poder pasar más tiempo con su familia.
Para Farfán, las cosas nunca fueron fáciles. Desde su inicio en el balompié con Deportivo Municipal hasta la obtención del bicampeonato nacional con Alianza Lima, el ahora ex futbolista peruano ha afrontado retos dentro y fuera de las canchas.
Sin embargo, el pasado mes de diciembre Farfán afrontó el reto más complicado: retirarse del fútbol profesional.
El debate entre jugar una temporada más o colgar los botines estuvo en su mente durante los últimos meses. Sin embargo, Farfán reconoce que sabía que era el momento adecuado luego de ganar nuevamente la Liga 1 como blanquiazul. Debido a sus lesiones, solo pudo disputar 3 partidos el año pasado.
“Yo ya había hablado algo meses atrás con mi mamá y mi empresario, ya se los había comunicado. Obviamente, a nadie más. Uno como futbolista nunca quiere retirarse, pero era el momento, era un tema de pensar más en mi salud, me incomodaba la rodilla”, señaló el ex delantero de la selección nacional en una entrevista para América TV.
El aceptar que debía dejar las canchas fue solo uno de sus desafíos. Ahora debía hacer pública su decisión. Farfán confiesa que lloró toda la mañana tras oficializar su retiro por redes sociales.
«Recuerdo que me decía que iba a estar fuerte y no iba a llorar. El día que hice el anuncio de mi retiro, me metí al baño, me lavé la cara y se me salieron las lágrimas. Cuando lo anuncié en redes, se me salieron las lágrimas. Me quedé llorando desde las 9 hasta el mediodía”, detalla Farfán.
No obstante, “La Foquita” explica que su retiro también se debió al deseo de pasar más tiempo con sus hijos. Sin la apretada agenda de futbolista, Farfán espera ahora disfrutar de su familia.
“Con el tiempo pude estar más tranquilo, más cerca de mis hijos, de mi madre, de mi familia. Creo que los jugadores que han vivido bastante tiempo en Europa saben lo complicado que es porque te pierdes momentos con tu familia, esos 17 años afuera no te los devuelve nadie”, explica el “10 de la calle”.
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