El ministro de economía debe presentar un plan económico para recuperar el crecimiento del PBI proyectado en 3.3% el 2023 a un 4%.
Se debe aplicar una política macroeconómica con un gasto fiscal agresivo y una inversión pública efectiva en su ejecución, impulsando medidas de apoyo a los trabajadores, pequeñas y medianas empresas.
Hay que aplicar medidas como lo sostiene Esther Duflo, Premio Nobel en Economía 2019: “que los gobiernos hagan transferencias directas de efectivo a los individuos”.
El ministro de Economía y políticos hablan de economía de la solidaridad y hay que decirles que este tipo de economía entraña peligro; si bien para disminuir las necesidades hay que transferir recursos, el resultado de manejar mal este tipo de economía genera finalmente un número mayor de necesitados.
No olvidemos que: “Las medidas económicas emprendidas en nombre del «rescate de la economía» se pueden convertir, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer más a los ricos y empobrecer más a los pobres”. ZYGMUNT BAUMAN
La recuperación, es la fase del ciclo económico donde se activan las actividades económicas, aumenta el empleo, la producción, la inversión y las ventas. Se supera el estancamiento.
El estancamiento económico es cuando el crecimiento del PBI esta entre 2% y 3%, con elevados niveles de desempleo. Según los keynesianos la producción cae, sigue igual o crece poco como es nuestro caso lo llaman “estancamiento secular” y los clásicos lo llaman “estado estacional”.
¿Por qué es importante crecer en el PBI? Primero genera empleo. Si se produce más, las empresas invierten y demandan mano de obra. Segundo, producir y vender más aumenta la recaudación tributaria y aumenta el gasto del gobierno.
El ministro de Economía debe exponer la estrategia para crecer. Pero debe priorizar bien los problemas y para poder solucionarlos a través de una política económica que atraiga la inversión privada.
El ministro, debe aplicar acciones que beneficien a las mayorías, sobrepasando a los empresarios rapaces, sin más interés que aprovechar las oportunidades de beneficio que ofrece el trabajo barato.
Los tres principales motores para reactivar la economía son: el mercado interno, el mercado externo y una inversión pública.
El mercado interno, depende de la capacidad adquisitiva de la gente para comprar bienes y servicios. Al hacerlo se desencadena un sistema de compra-venta que mejora su nivel de vida. Cuando los ingresos del consumidor disminuyen o se eliminan, no compran, cae el consumo y la inversión reduciéndose la actividad económica.
Invertir en la gente común es una forma inteligente de distribuir los recursos, ya que, según el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, mientras los ricos tienden a acumular sus ingresos, las clases medias y bajas consumen la mayor parte de sus ingresos, aumentando la actividad económica y contribuyendo a mejorar el bienestar de la mayoría.
La regla fiscal que impide al gobierno subir el gasto público más allá del crecimiento económico es un error, porque inhibe al Estado de promover la reactivación. No olvidemos al profesor Folke Kafka en sus clases de Principios de Economía, en la versión peruanizada: “No hay lonche gratis”.
La recuperación y salida al estancamiento requiere de un rol activo y eficaz del Estado.
(*) Economista