Una de las tendencias dentro de la iglesia católica, que no están prescritas por la tradición ni por el derecho canónico, es el llamado camino sinodal. Para que se entienda de una manera simple, es el intento de reemplazar lo que fue siempre conocido como un sínodo de obispos por una especie de asamblea más amplia, al gusto de los progres, que incluye laicos. En todo el mundo católico se está hablando mucho de esta idea. En Alemania por ejemplo se convocó a la Asamblea Sinodal en el marco del ya mencionado camino sinodal. Esta asamblea estuvo conformada por 230 personas, de las cuales 69 son obispos y los demás laicos.
La Asamblea Sinodal alemana ha tomado un camino muy peligroso y su progresista clero en su mayoría lo pretende acatar. Con una mayoría en algunos casos superior al 90 % han optado por ideas como las siguientes:
- Revisar la cuestión del celibato sacerdotal y encontrar un nuevo espacio para los sacerdotes que han abandonado el ministerio y se casaron.
- Proponen que los laicos (hombres y mujeres) prediquen la homilía en misa. La medida ya se practicó en la misa de clausura de la asamblea. Además de esto se propone que laicos celebren bautismos, dispensen el sacramento de la Extrema Unción, y celebren matrimonios. Según ha trascendido se pretendía que los laicos también pudieran confesar, pero en esto, al menos, los obispos mostraron una oposición férrea.
- Se propone la bendición de parejas homosexuales y divorciadas y vueltas a casar. Estas bendiciones son fácilmente confundidas con matrimonios.
- Se propone importantes inversiones económicas para tomar medidas de control que prevengan abusos sexuales dentro de la iglesia. Lo cual no se puede cuestionar.
- En un aspecto absolutamente insospechado se habla de «Gestionar la diversidad sexual». En este puntose plantea ser más inclusivos en la Iglesia con las personas transexuales e intersexuales y elegir la opción «diverso» como género en los registros de bautismo. También se propone permitir el cambio posterior de género en los mismos registros.
- La asamblea pide al Papa permitir el diaconado femenino. Los obispos al igual que en el tema de las confesiones lograron convencer a la asamblea para que modificaran la parte en la que se pedía también ordenar sacerdotes a mujeres.
Ante esta situación en que la iglesia católica alemana se aparta no de reglas, ni de costumbres accesorias, sino que claramente están abandonando el cristianismo, no corresponde al Vaticano posiciones intermedias ni de diálogo. Es el momento de imponer la autoridad que el mismo Cristo le confirió al Romano Pontífice. El papa Francisco aparte de un comentario cargado de ironía: «Ya hay una muy buena Iglesia evangélica en Alemania. No necesitamos dos». Guarda silencio. Sabemos que muchas veces los movimientos dentro de la iglesia son lentos y muy pensados. Pero de seguir la iglesia alemana en estas posiciones solo quedará el camino triste del cisma.
